El canciller Felipe Solá recibió al ex vicepresidente boliviano García Linera para abordar la agenda común que habrá una vez que el MAS regrese al poder con Luis Arce. Hablaron de relanzar proyectos de infraestructura.
Fueron tres horas de una reunión reservada en donde no faltó ningún tema por abordar. Pero en lo sustancial el canciller Felipe Solá y el ex vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, coincidieron en que el regreso del MAS al poder en La Paz implicará un relanzamiento de las relaciones bilaterales de la Argentina y Bolivia para reforzar acuerdos comerciales, proyectos de infraestructura comunes como la industrialización del litio y la incorporación del país vecino al Mercosur como socio pleno.
“Fue una reunión de amigos”, expresó un allegado a Solá al referirse al encuentro con García Linera, quien al igual que Evo Morales se encuentra como refugiado político en la Argentina desde el año pasado en que tuvieron que escapar por las denuncias de irregularidades que hubo en los comicios presidenciales.
Desde las 13 de hoy en el piso 13 de la Cancillería el ex vicepresidente de Evo Morales habló con Solá en un tono de marcada euforia cómo viven los referentes del MAS el triunfo de Luis Arce en las recientes elecciones presidenciales y cómo se preparan para regresar al poder.
En función del trabajo que habrá para el futuro inmediato, si bien García Linera aún no definió qué lugar ocupará en el gobierno de Arce, pudo adelantarle a Solá que el interés del MAS es que la Argentina y Bolivia vuelvan a trabajar juntos luego del distanciamiento que implicó el arribo de Jeanine Añez, la actual presidenta boliviana, que el gobierno de Alberto Fernández nunca aceptó como una administración legítimamente democrática.
En este contexto, Solá y García Linera evaluaron la idea de reflotar en lo inmediato los acuerdos de infraestructura común como la industrialización del litio, teniendo en cuenta que el norte de la Argentina y Bolivia, junto con Chile, resultan ser una potencia mundial en producción de este mineral necesario para la fabricación de baterías.
Se mencionó la necesidad de que el los estados exijan a las empresas mineras que el litio no sea extraído de manera directa sino que pase por un proceso de manufacturación en cada país a fin de generar puestos de trabajo y ofrecer un producto terminado. La Argentina tiene la experiencia de una empresa de Italia en Jujuy que produce baterías de litio. Se trata de la compañía italiana SERI asociada con el Estado jujeño.
Sin embargo, la mayoría de las compañías de China, Corea del Sur, Japón, Canadá, Australia y Estados Unidos que explotan yacimientos de litio en el norte argentino no producen las baterías sino que se llevan directamente el mineral para la producción local en sus respectivos países. En cambio, cuando Evo Morales gobernó en Bolivia y así lo prevé Arce también, contempla un programa de protección estatal muy riguroso del litio con producción local. Esto es parte de lo que García Linera le transmitió a Solá y que se comprometieron a desarrollar en forma conjunta en un futuro inmediato. No hay detalles aún de cómo se desarrollaría este trabajo conjunto pero la intención política está abierta por completo.
Según se pudo saber, este tema de la colaboración conjunta entre Bolivia y la Argentina en proyectos de infraestructura y de minería también se abordó en la cena que mantuvo Alberto Fernández con Evo Morales en la residencia de Olivos el día después que ganó Arce las elecciones.
También el ex vicepresidente de Bolivia habló de la posibilidad de potenciar el comercio entre ambos países y los intercambios en materia energética.
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Por otra parte, en el encuentro de Solá con García Linera, al que se sumó el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Cháves, se mencionó la idea de relanzar los organismos multilaterales de la región como la CELAC que comprende a los países de América del Sur y el Caribe. Pero también la posibilidad cierta de la Argentina de darle impulso a la incorporación definitiva de Bolivia al Mercosur como socio pleno. Para esto sólo falta la aprobación del Parlamento de Brasil pero el presidente Jair Bolsonaro se opone tajantemente a esa idea, tal como lo adelantó Infobae el domingo pasado.
En este sentido, Solá emitió un breve tuit en el que ratificó ese rumbo: “Me reuní con Álvaro García Linera, ex vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Compartimos la alegría por la inminente vuelta a la democracia y coincidimos en buscar los caminos para lograr la entrada plena de Bolivia en el Mercosur”, escribió.
De todas maneras, la administración de Alberto Fernández, que en diciembre asumirá la presidencia pro témpore del Mercosur, buscará hacer prevalecer la postura para que Bolivia sea miembro pleno del bloque comercial regional.
Este relanzamiento de los organismos multilaterales de la región también alcanza a la Unasur en detrimento del Grupo de Lima o de la OEA como espacios que la izquierda latinoamericana observa que están cooptados por Estados Unidos.
Alberto Fernández ya deslizó recientemente su intención de darle fuerza a la Unasur y a la CELAC, al mismo tiempo que prepara un acto con Evo Morales para el 9 de noviembre en la frontera con Bolivia ya que ese día será el regreso del ex presidente boliviano a su país. García Linera se sumaría a ese acto para culminar así un largo período de exilio junto a su mujer y su hija. Fuente: Infobae.
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