La desaceleración de los precios del litio en China desde comienzos de año ha dejado a muchos cuestionando el futuro de un mercado que ha experimentado su mayor repunte histórico desde finales de 2015.
También ha llevado a muchas conclusiones falsas sobre lo que realmente está sucediendo con el precio del litio. Cuando los precios del litio comenzaron a subir en el segundo semestre de 2015, pocos esperaban que los aumentos continuaran por otros dos años, y mucho menos alcanzaron las alturas del primer trimestre de 2018 cuando el precio promedio del carbonato de litio de batería alcanzó un máximo de u$s 24.750 la tonelada.
La lenta respuesta de la oferta mantuvo los precios en alza mucho más allá de la fecha límite de 2017, que muchos habían estimado para que se verificara un desplome de los precios y fue el resultado de un período de crecimiento de la demanda relativamente activo.
Según Metal Bulletin, la caída de la última semana está relacionada con el retraso en la puesta en marcha de una nueva política de subsidios para vehículos eléctricos en China, que recién entró en vigencia el pasado 12 de junio, lo que obligó a los compradores a atrasar también sus adquisiciones, ya que no tenían necesidad inmediata de metal y esperaban una dirección más clara en el mercado.
A ello se agregó una mayor producción interna (en particular de salmueras de litio de Qinghai) que finalmente puso fin a las excesivas primas de precios en el mercado chino.
Pero en un reporte publicado el domingo, el banco de inversiones Morgan Stanley explicó que los recortes y ajustes en los subsidios del gobierno chino para los autos eléctricos provocaron menores ventas en junio de dichos vehículos, que generó una sobre-oferta en los productores de carbonato de litio en China y una caída de los precios. Un panorama que llevó a Morgan Stanley a reforzar su visión bajista para los precios del oro blanco.
Como ya ha advertido Marco en informes anteriores, los análisis de Morgan Stanley en esta materia deben ser considerados con prudencia en tanto el banco es un jugador muy fuerte en el sector de commodities y tiene intereses directos en el mundo del litio.
De hecho, según Benchmark Mineral Intelligence, una entidad especializada en evaluación de los precios de los distintos minerales, informó esta semana a sus suscriptores que su índice del litio cayó -2,9% durante julio, acumulando así un retroceso de sólo -4,9% en 2018.
La diferencia es mayor cuando se compara con el precio del carbonato de litio de las exportaciones sudamericanas (Chile y la Argentina): si bien sus cotizaciones bajaron -4,76% en julio hasta los u$s 15.000 la tonelada, en lo que va del año acumula un alza de 7,14%, algo muy distinto al mercado spot de China, donde el precio spot del carbonato de litio en el mercado doméstico se ha deslomado en más de 40% desde su nivel más alto de marzo.
El precio del carbonato de litio retrocedió un -4,44% durante la semana en China, según el índice elaborado por Metal Bulletin, cotizando en un rango de u$s.18.738 a 19.518 por tonelada, descendiendo del precio de u$s 19.704 a 20.330 por tonelada de la semana anterior.
Como señala Juan Carlos Prieto, analista de Inversiones del Security Group “el precio del litio que ha presentado importantes disminuciones durante el presente año es el precio spot de China, que representa menos del 10% del mercado y que durante 2017 presentó en ocasiones diferencias incluso superiores a u$s 10.000 la tonelada, en comparación a los precios de los contratos, al que efectivamente venden compañías como SQM”, la empresa chilena, líder mundial en el sector.
Por lo tanto –insiste Prieto– “los inversores deben distinguir entre los distintos tipos de precios, los que reflejan la necesidad de las automotoras por asegurarse un suministro de litio” y destaca con respecto a la variación de los contratos, que estos, “luego de alcanzar cerca de u$s 16.000 la tonelada, se han mantenido relativamente estables y con una leve tendencia a la baja”. “En el corto plazo el litio continúa superando nuestras expectativas” asegura Prieto. Lo que sucede es que “el mercado está dominado por los pesimistas”.
En el mismo sentido, el informe de Benchmark Mineral Intelligence explica que “la naturaleza a largo plazo de los contratos para la mayoría del mercado fuera de China continuará aislando los precios en el corto plazo. Del mismo modo que las funciones de fijación de precios incorporadas en los contratos impidieron que los precios alcanzaran los niveles de China en 2017, también lo harán para evitar que caigan a los niveles de China en 2018”.
Es cierto que “con la tendencia a la baja en los precios chinos, los consumidores presionan por precios más bajos en respuesta a la tendencia a la baja en China”, dice Andrew Miller, analista senior de Benchmark Mineral Intelligence. Pero no obstante, cree que los fundamentos del litio siguen siendo muy sólidos: “La disminución del precio (del carbonato de litio sudamericano) es una corrección después de dos años de aumentos de precios muy fuertes (pero) no esperamos que los precios retrocedan al nivel en el que estaban en 2015”.
La sostenibilidad del mercado a largo plazo se asienta en que el mercado fuera de China sigue siendo relativamente ajustado. A pesar de que las expansiones en América del Sur finalmente comienzan a dar frutos, los nuevos volúmenes incrementales que llegan al mercado no van a crear el gran problema de sobreoferta que algunas instituciones como Morgan Stanley han advertido.
Fuente: Benchmark Mineral Intelligence