También se postergará la salida de servicio de Embalse
El inicio de la operación comercial de la nueva central nucleoeléctrica, previsto y anunciado para noviembre, será pospuesto por fallas evidenciadas en la última etapa de pruebas.
Todo estaba dado para que Atucha II comenzara a inyectar energía de origen nuclear a la red eléctrica en el transcurso de noviembre. Así lo había anunciado, con bombos y platillos, el Gobierno. Sin embargo, la aparición de una serie de fallas en la etapa final de pruebas postergaría la ansiada puesta en marcha unos seis meses.
Resulta difícil hablar de energía nuclear en la Argentina, ya que sus protagonistas suelen ser reacios a las declaraciones públicas. Por eso no sorprende que directivos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) se hayan excusado de hablar del tema. En la misma sintonía, los representantes de la operadora Nucleoeléctrica Argentina (NASA) consultados por El Inversor Energético & Minero también optaron por el silencio.
“El agua pesada está y la obra se encuentra prácticamente terminada. Pero debido a las modificaciones que deberán realizarse a partir de las fallas registradas, Atucha II recién va a estar generando a mediados de 2014”, reveló un técnico de la planta a este medio.
La demora también alteraría los planes previstos para la central nuclear Embalse, que iba a salir de servicio una vez que Atucha II entrase en operación. La idea era emprender las tareas de ampliación de potencia y extensión de vida útil de la usina cordobesa antes del cierre de 2013. “Lo que se hará, en cambio, será bajar su potencia al 80% y mantenerla en funcionamiento seis meses más”, anticipó el especialista.
Los trabajos de reparación y repotenciación de Embalse demandarán, a priori, unos 22 meses y medio, e implicarán una inversión de alrededor de u$s 1.600 millones (cifra que provendrá, en parte, de un préstamo otorgado por la Corporación Andina de Fomento). Construida en 1974 y puesta en marcha unos 10 años después, la central posee una potencia bruta de 648 megawatts (Mw). Una vez finalizada la modernización, su capacidad instalada crecerá un 6% hasta alcanzar los 700 Mw, mientras que su horizonte productivo se ampliará 25 años.
Actualmente, Embalse aporta un 51% de la energía eléctrica que consumen los cordobeses, y en sus instalaciones trabajan de forma directa unas 900 personas. Además de generar electricidad, produce isótopos de aplicación médica, como el cobalto 60.
Recalculando
Luego del incidente nuclear de Fukushima, las dudas sobre la seguridad en el sector nucleoeléctrico volvieron a activarse a lo largo y ancho del planeta. En la Argentina, de hecho, el desastre obligó a revisar los sistemas, componentes y procedimientos de Atucha II, además de reconsiderar el diseño de la proyectada Atucha III, que hoy está en evaluación de factibilidad. Así lo reconoció el secretario de Energía, Daniel Cameron. “Cinco países y seis tipos de reactores ya estaban precalificados para participar del proceso licitatorio de Atucha III, que se detuvo tras el accidente en Japón”, precisó el funcionario meses atrás.
De todas maneras, Cameron remarcó los elevados estándares de seguridad con los que se de-senvuelve la industria atómica y ponderó la experiencia que el país posee en dicho rubro. “La Argentina se ubica entre las ocho primeras naciones nucleoeléctricas del mundo. Y con la entrada en operaciones de Atucha II y la construcción de Atucha III, podremos ingresar al selecto top-five global, lo que representará un activo y un capital esencial de cara al futuro”, proyectó. ›|‹