Las importaciones de gas para 2014 serán todavía más elevadas que las compras realizadas a compañías del exterior durante este año. En medio de una contienda legal por la reciente adjudicación de u$s 2.250 millones a la empresa Gas Natural Fenosa (GNF), a pesar de una medida cautelar que lo prohibía (en la causa se cuestiona además el proceso licitatorio por no ser público), el Gobierno lanzó una nueva convocatoria privada para adquirir otros 25 cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL).
El concurso se da a pocos días de cerrar una licitación por u$s 4.500 millones para el año entrante. Según informó Reuters, a mediados de octubre, el país cerró la compra de 48 buques de gas por barco para la terminal de regasificación de Bahía Blanca y de 50 para la terminal de Escobar, con entrega el año próximo y en 2015. La nueva subasta comprende 10 cargas que serán destinadas a la terminal de Bahía Blanca y otras 15 a Escobar, según la agencia de noticias.
Sin embargo, operadores en Londres dijeron a Reuters que la petrolera estatal YPF busca 11 cargamentos, de 130.000 metros cúbicos, para Bahía Blanca y 13 cargamentos más pequeños de unos 70.000 metros cúbicos, o buques estándar parcialmente cargados , para la terminal de Escobar. Se prevé que los cargamentos a Escobar se entreguen uno por mes entre enero y mayo, y dos por mes entre junio y septiembre. Los operadores indicaron que la licitación cerraría el 13 de noviembre y los cargamentos serán otorgados a los diferentes proveedores el 15 del mismo mes. Los precios de la operación se basarían sobre el precio de gas Henry Hub estadounidense.
YPF, encargada de realizar la intermediación de las compras de GNL para la energética estatal Enarsa, no hizo comentarios. La producción de gas está en retroceso en la Argentina desde 2004, lo que obliga al país a realizar millonarias compras de gas, especialmente de GNL, para satisfacer la creciente demanda local, según consignó El Cronista.
En septiembre, Enarsa compró gas por u$s 534 millones, un 28% más que el mismo mes del año pasado. Los analistas estiman que este año las importaciones energéticas rondarían los u$s 13.000 millones, lo que preocupa al Gobierno, que busca mantener una balanza comercial superavitaria.