A la espera de inversiones. Así está la minería actualmente en la Argentina, luego de la quita de retenciones, que se completó el viernes, y de la eliminación del cepo al dólar. Aun con ventajas macroeconómicas respecto de lo que venía viviendo con el kirchnerismo, su objetivo no se presenta para nada fácil, en medio de un contexto de bajos precios internacionales de los minerales y metales, y de la oposición por temas ambientales que enfrenta en varias provincias.
La realidad de la minería argentina, según destacan desde la propia Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), está en una crisis aguda, no sólo por los precios internacionales y los altos costos, sino también porque al cierre de minas no se le contrapone la apertura de nuevas, según consignó La Nación.
«Ya han comenzado a envejecer ciertas operaciones y, a priori, no hay proyectos que puedan reemplazarlas, y que puedan absorber en la zona la fuerza de trabajo que quedará vacante. Para revertir esta situación se requerirá un fuerte trabajo en equipo con las autoridades nacionales y provinciales para darle un nuevo impulso a la minería del país, aprovechando el contexto que brindan las recientes medidas adoptadas por el gobierno nacional», explica Marcelo Álvarez, presidente de CAEM y director de Asuntos Corporativos de la minera canadiense Goldcorp.
El secretario de Minería, Daniel Meilán, destaca que, dadas las últimas señales del Gobierno, lo que se espera es que lleguen inversiones. «Pero claro que el arribo de capitales depende mucho también de los precios internacionales, que hoy están bajos, y de lo que aporten por su lado las empresas -observa-. Por parte del Estado, ya se han quitado varias trabas macroeconómicas que obstaculizaban el desarrollo del sector, como las retenciones, el cepo al dólar y la imposibilidad de girar dividendos.
El funcionario dice que, en caso de que se den todas las condiciones, hay proyectos que ya aprobaron su factibilidad en los que podrían desembolsarse hasta US$ 15.000 millones (ver mapa). «Las empresas mineras a veces toman decisiones de invertir aunque la situación no sea favorable en cuanto a precios, pero hay que ser realistas y entender que en este momento la cotización internacional no es la mejor», señala.