Como una marca registrada, la violencia envuelve otra vez el cierre de la campaña previa a las elecciones en el sindicato de Petroleros privados de Santa Cruz, que cuenta con más de 10.000 afiliados. Viviendas baleadas, vehículos incendiados, amenazas, se repitieron durante la última semana, pocos días antes de que se realice una importante asamblea en la que el gremio buscará desafiliarse de la Federación de Petróleo, Gas y Biocombustible. Esa reunión clave se llevará a cabo este viernes 12 de septiembre. Según Clarín, las internas petroleras vuelven a ser noticia en Santa Cruz, y preocupan al Gobierno provincial por su posible incidencia en la producción hidrocarburífera. En Río Gallegos arrojaron sobre un colectivo de la empresa Etap (dedicada al transporte de trabajadores petroleros) una botella que contenía un producto altamente inflamable: no hubo heridos. El ataque fue calificado como un “hecho vandálico” por el Sindicato de Petroleros Privados, y buscan desvincularlo de la interna que atraviesa el sindicato petrolero, pero admiten que se suma a la seguidilla de atentados violentos de la última semana. Esto ocurre a días de que el gremio avance en la desafiliación a la Federación Argentina Sindical del Petróleo y Gas Privados. La separación podría ocurrir en una asamblea, donde se presentarían más de 4.700 firmas que respaldan el pedido. El secretario general del Gremio –Claudio Vidal- dijo que los hechos violentos, buscan “disuadir a los trabajadores, de no permitir la unidad para que se presenten a la Asamblea”, donde estima contar con una participación superior al 90% de los afiliados. La desafiliación se sustenta en motivos económicos.