Casi una treintena de entidades bancarias de diversos puntos del planeta consolidaron un espacio común para mitigar y combatir los riesgos económicos y financieros que están directamente relacionados con el cambio climático.
Nucleados en la Red para Enverdecer el Sistema Financiero (NGFS, por sus siglas en inglés), algunos de los bancos más importantes del mundo buscan limitar la amenaza que representa el deterioro del medio ambiente para la economía internacional.
Nacido en 2017, durante la Cumbre de One Planet en París (Francia), el bloque fue fundado por los reguladores bancarios de ocho naciones: Alemania, China, Francia, México, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Singapur. Actualmente, sin embargo, se encuentra compuesto por un total de 29 organismos financieros, 24 en carácter de ‘miembros estables’ y cinco en concepto de ‘observadores’.
Con el objetivo esencial de movilizar grandes flujos de capital para respaldar la ejecución de proyectos sustentables y bajos en emisiones de carbono, la NGFS publicó un informe a fines del año pasado en el que destacó la necesidad de trabajar en las áreas de supervisión, macrofinanciación e integración de las finanzas verdes. “Los reguladores deben desarrollar nuevas herramientas y enfoques analíticos para asegurar que el sistema financiero sea resiliente al impacto del cambio climático, aparte de incentivar las inversiones verdes”, resaltó el reporte.
Asimismo, en el marco de la 24º Cumbre Climática de las Naciones Unidas en Katowice (Polonia), la red difundió una carta abierta dirigida a los líderes mundiales para solicitarles su respaldo en pos de consolidar una economía baja en carbono. “Necesitamos construir capacidades en los bancos para poder abordar el reto del calentamiento global. La incierta disponibilidad de datos y la falta de un horizonte temporal son algunos de los desafíos a los que nos estamos enfrentando”, advirtieron los bancos.
Esta temporada, en tanto, el grupo celebró un reciente encuentro en la ciudad de México, donde el foco estuvo puesto en el diseño de metodologías para comprender e integrar el riesgo climático en los modelos de negocios actuales.
A decir de Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA, una de las entidades convocadas el encuentro, es hora de comprender e integrar la variable ambiental al negocio bancario. “Es fundamental que trabajemos conjuntamente en el desarrollo de nuevos estándares que permitan avanzar en la comprensión de los efectos negativos del cambio climático”, remarcó.
Panorama local
Aunque el Banco Central de la República Argentina (BCRA) aún no forma parte de NGFS, a nivel local existen algunas iniciativas cercanas al pensamiento del bloque. La Comisión Nacional de Valores (CNV), por ejemplo, tiene previsto lanzar un marco conceptual para instrumentos financieros como obligaciones negociables (ON), fideicomisos y fondos comunes de inversión que aporten beneficios en el ámbito social o ambiental.
En la misma sintonía, Bolsas y Mercados Argentinos (ByMA) elabora un índice de sustentabilidad para calificar la información presentada por las compañías según cuatro ejes: ambiental, social, de gobierno corporativo y de desarrollo sostenible. Para completar el panorama, en el país ya se emitieron bonos verdes para financiar algunas iniciativas relacionadas con las energías limpias y la sustentabilidad. ›|‹
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