John Thornton, nuevo chairman de la compañía, está a cargo de las negociaciones
La minera canadiense apunta a asociarse con una empresa asiática para robustecer su capacidad financiera. El proyecto binacional estaba presupuestado en u$s 8.500 millones, pero se espera un incremento de los costos.
Debido al abrupto descenso del precio de los metales y a la acuciante situación financiera que aqueja a toda la industria minera a nivel internacional, Barrick, el mayor productor de oro del planeta, está buscando un socio estratégico de origen chino para robustecer su solvencia crediticia y económica.
El gran objetivo es reactivar la construcción de Pascua-Lama, el proyecto binacional con Chile, que es considerado la joya de la empresa a futuro. Así lo confirmaron a El Inversor Energético & Minero allegados a la minera canadiense que están al tanto de la estrategia de la firma en Asia.
La designación de John Thornton como nuevo chairman de la compañía en reemplazo de Peter Munk, líder histórico de Barrick, se inscribe en esa sintonía. El directivo cuenta con una impresionante experiencia en el desarrollo de negocios en Oriente. Como Co-CEO de Goldman Sachs International sobrellevó con éxito la crisis financiera de Asia, a fines de los 90. En tanto que también integró los directorios de empresas con importantes activos en ese continente, como China Netcom, y todavía es miembro de la poderosísima Compañía de Inversiones de China (CIC, por sus siglas en inglés), el fondo soberano encargado de manejar una parte sustancial de las reservas de divisas del gigante asiático.
Aunque posee un acabado conocimiento del sector minero, su elección como chairman respondió más a su valiosa agenda de contactos en China que a su expertise específico en la industria. Para palear el ciclo de baja que afecta a las mineras a nivel mundial, pero sobre todo en Occidente, Barrick apunta a blindar su posición a partir de una alianza estratégica con un socio asiático. La empresa ya había deslizado esa posibilidad en el comunicado trimestral emitido a fines de octubre, mediante el cual se anunció la “desaceleración temporal” de la construcción de Pascua-Lama (su fecha de apertura pasó para 2016).
Incertidumbre
Aun así, no está claro cuándo podría concretarse la asociación. En la empresa evitan brindar detalles sobre la jugada. En la actualidad –advierten–, lo prioritario es encauzar las negociaciones con San Juan en el marco de la desaceleración de Pascua-Lama, un megaproyecto que demandara una inversión superior a los u$s 8.500 millones (Barrick ya desembolsó
u$s 5.200 millones).
La provincia, a cargo del vicegobernador Sergio Uñac, aspira a mantener la mayor cantidad de operarios activos posibles hasta la llegada del próximo invierno, cuando la temporada de nieve obliga a suspender las obras en el proyecto emplazado en plena precordillera.
El objetivo de máxima es garantizar la continuidad de alrededor de 5.000 puestos de trabajo. Barrick presentó un plan de obras por fases para llevar adelante ciertas obras estratégicas en Pascua-Lama, que cuenta con reservas por más de 18 millones de onzas de oro y 620 millones de plata. Pero la cantidad de trabajadores empleada es sustancialmente menor a la que pide la gobernación sanjuanina. Con todo, en Barrick esperan encontrar un punto de equilibrio.
Lo que está claro es que una resolución ordenada del conflicto generado por la paralización de la megaobra es clave para la compañía. Prueba de eso es que Thornton viajó dos veces en diciembre a San Juan para negociar en persona con Uñac con los próximos pasos a seguir. ›|‹