La minera canadiense, el mayor productor de oro del mundo, anunció hoy que “reducirá temporalmente” las actividades en Pascua Lama, el proyecto metalífero binacional que está construyendo en San Juan en la frontera con Chile. “Hemos determinado que, en este momento, el curso prudente es disminuir temporalmente la construcción del proyecto,pero naturalmente mantendremos nuestra opción de retomar el ritmo de la construcción y finalizar el proyecto cuando hayan sido logradas mejorías a sus actuales desafíos”, expresó Jamie Sokalsky, Presidente y CEO de Barrick, a través de un comunicado difundido por la empresa. El objetivo es reducir costos de capital por US$ 1000 millones.
La minera, que se enfocará en las obras de remediación ambiental ordenadas por la Justicia chilena, advirtió que la reactivación de la megaobra -donde ya desembolsó cerca de US$ 5.200 millones- “dependerá de mejores condiciones económicas para el proyecto, tales como costos futuros, las perspectivas para el precio de los metales y una menor incertidumbre asociada a asuntos legales y otros requerimientos regulatorios en Chile”.
A raíz de la baja del precio del oro -que cayó de US$ 1800 a US$ 1335 en lo que va del año-, Barrick ralentizará la construcción de Pascua Lama en la búsqueda de optimizar la estructura de costos del proyecto, que sufrió un fuerte encarecimiento. Cuando se anunció su construcción, en 2009, el presupuesto estimado rondaba los US$ 3500 millones. Hoy, supera los US$ 8500 millones, según consignó El Inversor Online.
“La compañía actualizará y redefinará las estimaciones de costos de capital y planificará el desarrollo pendiente del proyecto en distinas fases, con programas específicos, presupuestos y objetivos. Este esquema en fases también facilitará una planificación y ejecución más eficientes, una disposición más efectiva de capital y un control de costos mejorado”, señaló Barrick en su reporte trimestral, emitido hoy.
A su vez, la empresa canadiense apunta a concretar “ahorros anuales adicionales de aproximadamente US$ 500 millones a través de un modelo operativo más simple y más eficiente”. La caída de los precios de los metales impactó, como era de esperarse, de manera negativa en el balance de Barrick, que en el tercer trimestre del año registró utilidades netas y utilidades netas ajustadas por US$ 170 millones (US$ 0,17 por acción) y US$ 580 millones (US$ 0,58 por acción), respectivamente. En el mismo período de 2012 había ganado utilidades netas y utilidades netas ajustadas por US$ 650 millones (US$ 0,65 por acción) y US$ 880 millones (US$ 0,88 por acción), respectivamente. Es decir, cuatro veces más. “Las utilidades netas reflejan el impacto de precios más bajos obtenidos de oro y cobre, gastos por intereses más altos e impuestos al ingreso más altos, parcialmente compensados por más ventas de cobre”, admitió la compañía.