La compañía minera canadiense Barrick Gold ha protagonizado importantes operaciones de fusión y adquisición en los últimos años, que le han situado como la segunda mayor minera de oro mundial por volumen de producción, por detrás de la estadounidense Newmont. Sin embargo, su objetivo actual es adquirir nuevos yacimientos que le permitan aumentar sus beneficios, en vez de nuevas operaciones corporativas.
Buena parte de la responsabilidad de esta agresiva estrategia corporativa recae en el CEO de Barrick Gold, Mark Bristow, quien ahora ha asegurado que la compañía se va a centrar en la adquisición de nuevas minas que permitan aumentar el beneficio y crear valor para los accionistas.
De momento, los objetivos de la compañía canadiense se centran en nuevos proyectos de exploración que están en marcha en Egipto, Nevada (EEUU), Guyana y otros países.
Según señaló Mark Bristow a Reuters durante la conferencia internacional MINExpo que se celebra estos días en Las Vegas (Nevada, EEUU), “la auténtica base de nuestro futuro tiene que ser nuestro equipo de geólogos, y en ello estamos invirtiendo. El crecimiento orgánico siempre se ha valorado como una estrategia ganadora”.
A pesar de sus niveles de producción, los ejecutivos de Barrick se han visto presionados por la caída del valor de sus acciones, que están por detrás de su rival, Newmont, y por debajo de la media anual del índice estadounidense S&P 500.
Por ello, Bristow apuesta por financiar la exploración en vez de alcanzar acuerdos de compra de otras empresas, para reducir los costes y disparar el beneficio.
Para ello ha solicitado paciencia a los inversores, ya que esta estrategia de inversión de capital en exploración tiene un horizonte a largo plazo.
Esta nueva apuesta de Barrick supone un importante cambio, ya que Bristow ha sido un acérrimo defensor de las operaciones corporativas. De hecho, el pasado otoño hizo un llamamiento a la consolidación de la industria como el mejor método para evitar la “seria crisis de reservas” que amenazaba al sector.
Hay que recordar que Barrick fue uno de los artífices de la actual Barrick Gold, después de que ésta adquiriera Randgold Resources, compañía con activos sobre todo en África y cuyo CEO era el propio Mark Bristow, en 2019.
Apenas unos meses después, y con Bristow ya al frente, Barrick Gold lanzó una OPA hostil de u$s 18.000 M sobre su rival Newmont. Una operación que no llegó a buen puerto pero que, sin embargo, tampoco impidió que ambas compañías formasen una ‘joint venture’ con sus activos en Nevada. Según Bristow, la integración de estas diferentes culturas corporativas ha sido muy complicada, pero el proceso casi está completado, lo que debería ayudar a la minera a centrarse en el crecimiento.
Fuente: Oro Informacióm