La alemana Bayer se quedó con la empresa local FN semillas, de Salto, Buenos Aires, y entra así al mercado nacional de soja, cultivo que este año cubrirá dos tercios del área cultivable argentina.
A través de su división Bayer CropScience la compañía, que hasta ahora sólo vendía agroquímicos en el país, accede con esta adquisición a un mercado que mueve u$s 250 millones anuales, con ventas que totalizan unas ocho millones de bolsas anuales de semillas de soja certificadas.
FN semillas es una empresa chica que pertenecía en partes iguales al clan fundador, la familia Cucagna, y a la semillera Don Mario, un gigante del mercado semillero regional.
La compañía, fundada en 1963, se dedicó primero a hacer ferias ganaderas, a lo que más adelante sumo acopios e investigación en semillas, con la expansión de la agricultura en el centro del país, en detrimento de los vacunos. En 2002 creó la marca FN semillas y en 2010 inició un proceso de separación de las empresas, incorporando luego la participación de Don Mario.
Si bien las partes no dieron a conocer detalles del monto de la operación, en el mercado se hablaba de unos 30 millones de dólares. Bayer será el único dueño de la semillera.
La alemana anunció que firmó un acuerdo por la adquisición de FN semillas, y que la adquisición será remitida a las autoridades antimonopolio argentinas para solicitar su aprobación.
El responsable de negocio de semillas de Bayer CropScience para el Cono Sur, Daniel Labarda, confirmó a El Cronista que, si se aprueba la operación, Bayer mantendrá en 2014 la marca FN y los productos que la compañía venía comercializando, que incluyen la tecnología RR de Monsanto, y podrían sumar una licencia para vender el nuevo producto de la semillera estadounidense, Intacta (RR2BT). Queremos ofrecerle al productor agrícola soluciones integradas e innovadoras que cubran el mayor espectro de sus necesidades, desde el tratamiento de sus semillas, elección de la mejor genética y la protección del cultivo, indicó.
Con esta incursión, en un primer momento Bayer comenzará a competir en el segmento de la genética de semillas con firmas como Don Mario y Nidera, que lideran el mercado nacional de soja y juntas absorben cerca del 75% de las ventas de semillas de ese cultivo.
Pero la compañía también comenzará a testear un evento transgénico que logró aprobar en la Argentina hace poco más de dos años, la tecnología Liberty Link (LL), que aporta tolerancia al herbicida glufosinato de amonio. Con esto podría compite directamente con Monsanto, que tiene su soja RR, resistente al herbicida glifosato. Pero según Labarda, para eso falta, siendo que están testeando que la tecnología sea una solución para los productores argentinos.