Los inventarios del cobre han seguido una tendencia al alza en lo que va del segundo semestre, algo que no parece detenerse y que se ha visto reflejado en las bolsas de metales de Londres y Nueva York.
Los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos han impactado al metal rojo y desde fines de mayo hasta la fecha, en la Bolsa de Metales de Londres ha aumentado en 59,2%, superando las 337 mil toneladas acumuladas durante este segundo semestre.
La bolsa de Nueva York sigue una tendencia parecida, alcanzando un crecimiento de 37,5% en el mismo período, superando las 39 mil toneladas.
El director (s) de estudios y políticas públicas de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Víctor Garay, vincula el alza en los inventarios al contexto internacional.
“Lo que está pasando es que la demanda de cobre está cayendo de forma significativa por la incertidumbre que han generado las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China principalmente”, menciona.
Explica que existe una sensación de que los manufactureros ya se encuentran bien abastecidos, además de una expectativa negativa sobre el metal, lo que estaría presionando la demanda a baja, aumentando así los inventarios.
El economista jefe de BICE Inversiones, Sebastián Senzacqua, cree que además de la guerra comercial, puede haber otros factores que estén alentando la acumulación de stock del cobre, incluso pudiendo ser un fenómeno estacionario.
“A veces puede ser que los países estén interesados en mantener un stock alto más que ir demandando de manera importante. Actualmente se ha dado una caída del precio del cobre, desde US$3,2 la libra en 2018 a US$2,5 actualmente, y quizás estos precios han incentivado a almacenar para proyectos futuros”, agrega.
A pesar de lo anterior, Garay considera que esto no conlleva grandes riesgos para Chile. “Aunque caigan los precios por mucha disponibilidad de cobre, de todos modos se vende. Nunca se ha dejado de vender cobre”, afirma en la nota de Diario Financiero.
Sin embargo, advierte que podría haber un riesgo en caso de que el precio del metal descienda mucho en su valor, por ejemplo, en 20 centavos de dólar. “Podría impactar en la generación de flujo de las empresas, al igual que nuestras exportaciones. Pero no sería por un tema de volumen, sino por precio”, menciona.
En tanto, Senzacqua no cree que el aumento de inventarios sea un fenómeno grave, dado que “gran parte de las ventas, ya están suscritas. Quizás las empresas, cuando van a vender al mercado, ya tienen un comprador o una punta compradora y así aseguran un precio de venta”, explica.