El propósito es ayudar a las mineras que no pierdan los clientes, que utilizan este insumo en el proceso de obtención del cobre.
El negocio de las cales a Chile mueve unas 400.000 toneladas al año, que representan casi el 27% de la producción sanjuanina, que es de 1.500.000 toneladas en promedio al año.
El ministro de Minería, Alberto Hensel, dijo que ya mantuvo un encuentro con su par de Coquimbo, el seremi de Minería, Igor Díaz López de Maturana, y que se está evaluando cómo llevar adelante el proyecto. “Queremos tener un lugar de acopio de las cales en Chile para darle estabilidad al abastecimiento”, dijo el funcionario sanjuanino.
Todavía no está definido cómo va a funcionar, pero lo que hace falta es un terreno, que es lo que se está evaluando para que lo ceda el Gobierno de la Cuarta Región, donde levantar una estructura para guardar las cales. Lo que se debe asegurar es que el producto no entre en contacto con la humedad, que es lo que produce su deterioro. Después se verá la forma en la que se alquilará a las empresas sanjuaninas.
En la actualidad, según fuentes del sector, las principales abastecedoras a las mineras chilenas son Sibelco, que aporta casi un 70% de las cales que demanda el vecino país, y Caleras San Juan. Las dos empresas tienen galpones propios en la zona de Lampa, que está ubicada en la Región Metropolitana de Santiago de Chile. Es porque las mineras chilenas les exigen que garanticen la provisión de cales para ser sus proveedoras. Entonces, las caleras locales aprovechan los meses en los que la ruta a Chile no tiene inconvenientes, para acopiar la cal y no tener problemas durante el invierno.
Lo que quiere hacer el Gobierno sanjuanino con el nuevo centro de acopio es abrir el negocio a otras caleras locales que no están en condiciones de comprar o alquilar una bodega en Chile. Por esto la intención es levantar un lugar para guardar las cales y que las empresas paguen por ese servicio. La modalidad todavía no está definida, aclaró el ministro Hensel.
La cal es un insumo estratégico en el proceso de extracción del cobre porque permite la obtención de concentrados más limpios y con mayor ley y por eso la fuerte demanda de este producto, que se obtiene fundamentalmente de las caleras ubicadas en Sarmiento, Albardón y Jáchal.
San Juan es el principal productor de cales y calizas del país. Esta última es una piedra, que abunda en Sarmiento y Albardón, donde están ubicadas las principales plantas, y es la materia prima para la elaboración de las cales. Este último derivado se envía por tren a Ternium Siderar, el mayor fabricante de acero en Argentina. Este negocio estuvo funcionando hasta el 2013, pero por el deterioro de la red ferroviaria y del parque rodante se fue reduciendo y ahora se están llevando adelante negociaciones para incrementar los envíos.
En el caso de las cales, la única forma de mandarla a Chile es en camiones semis, que la transportan a granel. Cada vehículo tiene posibilidades de llevar unas 25 toneladas en promedio. El problema es que la única vía para el transporte es el paso internacional de Los Libertadores, que todos los años sufre cortes de hasta 10 días cada uno, por los temporales. Esta semana, incluso el paso estuvo interrumpido desde el martes hasta ayer a las 11, cuando se autorizó la circulación vehicular.
En el sector privado hay expectativas por estas gestiones que realiza el Gobierno sanjuanino. Jaime Bergé, titular de la Cámara Minera, dijo que “es una posibilidad que hay que estudiar”.
Desde Caleras San Juan, el gerente, Raúl Cabanay, sostuvo que se trata de una “alternativa interesante” y que se se va a interiorizar de las gestiones para ver si pueden ser de utilidad para su empresa.
En octubre del año pasado, la salida de los camiones que transportan cales desde la zona de Los Berros, en Sarmiento, estuvo interrumpida durante 8 días y tuvo que intervenir el Gobierno provincial, con una orden judicial que disponía el levantamiento del corte, para que el conflicto se solucionara.
La medida de fuerza, promovida por el gremio de los camioneros a nivel nacional, había comenzado por el reclamo del pago de una supuesta deuda de aportes sindicales y a la obra social que las empresas consideraban ajena y que no querían afrontar. Incluso una de ellas, la calera Albors, llegó a presentar una denuncia penal, que terminó en la orden del juez Pablo Flores disponiendo que se levantara el corte.