La Sifrina realizará exploraciones dentro de un área de más de 5.000 hectáreas en San Rafael, Mendoza. La empresa asegura que cumplirá con todo lo establecido por la restrictiva Ley 7.722.
La gobernación de Mendoza acaba de otorgar a la firma La Sifrina la concesión provisoria de un área de 51.110 kilómetros cuadrados (km2), es decir, 5.111 hectáreas (Has), ubicada en la zona de El Nihuil, en la ciudad de San Rafael.
La minera, que tiene personería jurídica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, promete respetar las condiciones de operación previstas por la Ley 7.722 con el objetivo de hallar y poner en valor recursos de hierro y titanio, un mineral cada vez más demandado en el mundo entero y que prácticamente no se explota en la Argentina.
El área otorgada se encuentra dividida en una veintena de sectores, desde “Nihuil 1” hasta “Nihuil 20”. En cada uno de ellos, las autoridades aprobaron la “concesión provisoria del yacimiento de mineral de arenas metalíferas con contenido suficiente de hierro y titanio, entre otros metales”, tal como consta en la sección de Irrigación y Minas del Boletín Oficial mendocino.
En un primer momento, la empresa llevará a cabo estudios exploratorios para determinar el verdadero potencial de la zona. Después de confirmada la viabilidad comercial del proyecto, debería encarar una evaluación de su factibilidad económica. Y recién cumplimentados ambos pasos, podría proceder a abrir la mina.
“El emprendimiento se encuentra en una etapa preliminar, tan sólo se han autorizado las exploraciones. De ahora en más, habrá que analizar si hay estructuras geológicas que puedan albergar minerales susceptibles de ser explotados. Se trata de un procedimiento que llevará su tiempo”, manifestó Roberto Zenobi, gerente general de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros (CAMEM).
De todos modos, el ejecutivo admitió que la posible existencia de titanio hace que la iniciativa sea particularmente interesante. “De ser factible su aprovechamiento, se sumaría un producto más a un proceso industrial que tiene que ampliar la matriz productiva tanto de la provincia como del país”, sostuvo.
La Sifrina tiene antecedentes de trabajo en la zona de Los Andes, en la provincia de Salta, donde maneja yacimientos de sal común y litio que se localizan sobre terrenos fiscales. Si bien obtuvo vía libre para arrancar con las exploraciones de hierro y titanio en San Rafael a mediados de mayo, sus primeras propuestas de trabajo allí datan de fines de junio de 2012.
Ligero y costoso
El titanio es un metal de transición de color gris plata. Comparado con el acero, aleación con la que compite en términos técnicos, resulta mucho más ligero. También tiene alta resistencia a la corrosión y gran resistencia mecánica, pero es mucho más costoso, lo que limita sus usos industriales.
Usualmente se emplea en el desarrollo de la tecnología aeroespacial, ya que es capaz de soportar las condiciones extremas de frío y calor que se dan en el espacio, y en la industria química, por ser resistente al ataque de muchos ácidos. Asimismo, se usa en la fabricación de pintura y en diversas aplicaciones biomédicas.
Los mayores productores de este recurso en todo el planeta son Sudáfrica, Australia, Canadá, Mozambique, Noruega, Kazajstán, Japón, China, Ucrania
y Rusia, en ese orden. En Latino-américa, los líderes del rubro son México y Guatemala, aunque también existen ambiciosos proyectos en Paraguay y Chile.
En determinadas condiciones específicas, el titanio puede ser extraído mediante métodos que respetan las estipulaciones de la Ley 7.722. Es factible, por caso, separarlo de la piedra a partir de un proceso gravitacional que no requiere la utilización de sustancias químicas contaminantes. Para ello, previamente debe efectuarse un análisis químico de las muestras extraídas. Pero en caso de que se detecten varios metales asociados –como el plomo, la plata o el zinc–, la separación gravitacional se torna virtualmente imposible. ›|‹