Seis cámaras industriales que nuclean a empresas proveedoras de bienes y servicios de la industria hidrocarburífera solicitaron al Gobierno nacional que «deje sin efecto» el decreto por el cual dispuso un nuevo Régimen de Importación de Bienes Usados para el sector por el impacto que estiman tendrá en la actividad y el nivel de empleo local.
El nuevo régimen responde al esfuerzo del Gobierno nacional tendiente a la promoción de las inversiones productivas, sobretodo en la industria hidrocarburífera no convencional, tanto para aumentar la productividad así como la generación de empleo, lo que se reflejó en el decreto 629 publicado el 10 de agosto.
La medida generó la reacción de seis cámaras industriales que afirmaron que «el nuevo Régimen de Importación de Bienes Usados para la Industria Hidrocarburífera, desgrava y facilita su importación, aun cuando los mismos se fabriquen en el país».
Por ello las cámaras solicitaron se deje sin efecto el decreto y se proceda a la «inmediata suspensión del régimen hasta tanto se evalúe correctamente el negativo impacto en las fuentes de trabajo y en las industrias nacionales proveedoras».
La medida que «afectará centenares de fábricas argentinas y miles de trabajadores», fue objetada por el sector proveedor integrado por la Cámara Argentina de Fabricantes de Acoplados y Semirremolques – CAFAS; la Cámara de Fabricantes de Máquinas y Equipos para la Industria – CAFMEI-; la Cámara Argentina de Proveedores de la Industria Petro-Energética –CAPIPE -; la Cámara Argentina de Pymes Proveedoras de la industria de Telecomunicaciones,-CAPPITEL-; y el Grupo Argentino de Proveedores Petroleros – GAPP-.
Las entidades se manifestaron mediante un escrito al presidente Mauricio Macri y a los ministros firmantes del decreto así como a las Comisiones de Industria de las cámaras de Diputados y Senadores.
La intención de los empresarios es «prevenir que con un decreto simple se instrumente un régimen cuya implementación perjudicará irremediablemente a muchas de las fábricas radicadas en el país, principalmente pymes, que estas mismas entidades representan».
«Esta normativa permite importar equipos usados, la mayoría de los cuales hoy son fabricados habitualmente con tecnología argentina en el país, siendo imposible la competencia con la sobre oferta internacional de equipos usados», insistieron desde el sector.
En ese sentido, enfatizaron que «un bien de capital una vez importado de manera definitiva elimina el requerimiento del mismo en el mercado local suprimiendo la demanda de equipos por los próximos años, se lesionará en forma irreversible este conjunto de industrias y a su cadena de valor, afectando a miles de puestos de trabajo».
El decreto estableció el nuevo régimen a los efectos de regular las operaciones de importación para consumo de los bienes usados destinados a la industria hidrocarburífera y con el objeto de incorporar nuevas tecnologías y modalidades de gestión que contribuyan al desarrollo y promoción de dicha industria.
La norma aclara que cuando el artículo precedente resulte de efectiva capacidad de provisión local, el interesado deberá comprometer la adquisición de bienes de origen nacional nuevos por un monto igual o superior a un porcentaje del valor total de los bienes usados importados que adquiera en el marco del presente régimen, dependiendo de la antigüedad de los mismos.
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