El Ministerio de Producción y Trabajo, la Secretaría de Política Minera, la Subsecretaría de Políticas Mineras, la Dirección Nacional de Promoción Minera y la Dirección de Análisis y Desarrollo de Proyectos Mineros elaboraron un informe en noviembre último denominado “Análisis de Presupuestos Exploratorios en Argentina”.
Se trata de una radiografía sobre la inversión de la que ha sido objeto nuestro país en materia exploratoria, allí se destaca que Argentina se ha convertido desde 2015 a 2018 en el país de Latinoamérica de mayor recepción de inversiones, y se ratifica que prevalecen capitales provenientes de Canadá.
El flujo destinado principalmente al oro, litio y plata alcanzó la cifra de USD 240 millones en 2018 de acuerdo al informe elaborado por el Gobierno argentino.
Argentina concluyó el 2018 con un incierto panorama financiero, y a pesar que el territorio nacional cuenta con una vasta riqueza en el subsuelo, las inversiones no generaron el desarrollo que había previsto el gobierno de Mauricio Macri al inicio de su presidencia. Pues la minería en nuestro país aun cuenta con todo el potencial geológico para ser el motor de desarrollo de la Nación, generando trabajo de calidad y con alta remuneración, pero el clima político, social, tributario (entre otros) no es garantía para el inversionista.
Ello genera una dualidad, si bien es cierto Argentina obtuvo una mejora en los últimos tres años en la región latinoamericana como destino de inversión, si se analiza la línea histórica queda claramente expuesto que nos posicionamos muy por detrás de Chile y Perú, países con una gran tradición y desarrollo minero.
En tanto, es necesario indicar que en Canadá la inversión extranjera ha bajado un 55 % en los últimos cinco años, mientras que la inversión canadiense en el extranjero ha aumentado en un 74 %, según un informe elaborado por el “Fraser Institute”. “El incremento en inversión en exploración de litio es notable”, sostiene el informe del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, y explica que obedece al “aumento de precios, crecimiento de demanda y a la expectativa sobre estos a futuro”. Remarcan que las políticas aplicadas jugaron un papel fundamental en las decisiones de inversión y así en Argentina el presupuesto exploratorio en proyectos y operaciones desde 2015 creció 928% que se vio reflejado en el incremento de recursos identificados que posicionó al país en el 1° lugar a nivel mundial. “Por estas razones, el mayor crecimiento se da tanto en estados tempranos como avanzados y no es tan importante en operaciones”, señala el informe.
En lo que concierne al mercado del oro, el informe precisa que el metal receptó “casi la mitad de la inversión entre 2015 y 2018”, pues en ese periodo la minería de oro receptó USD 115 millones sobre USD 241 millones y casi la mitad de las perforaciones realizadas en el país.
“Creció un 63% con respecto a 2015. La mayor parte de las operaciones mineras de Argentina son de oro, y por esa razón el 56 % del gasto en exploración de oro se dio en minas para incrementar recursos y reservas”, señala el informe. Es decir que el capital fue destinado a operaciones existentes y no a encontrar recursos que permitan iluminar nuevos yacimientos.
En el caso del cobre se produjo una baja, si se deja a un lado la exploración correspondiente a operaciones mineras (Alumbrera), los presupuestos para la exploración en etapa temprana y avanzada se han incrementado17 %, explica “Análisis de Presupuestos Exploratorios en Argentina”.
El último metal analizado es la plata, se precisó que con “vaivenes acumula un gran incremento del 77 % en el trienio, con importante fundamento en los proyectos avanzados”.
Desde el Gobierno Central destacaron que la inversión en exploración en operaciones mineras permitió incrementar los recursos “materializando la extensión de vida útil y ampliaciones en aquellas de oro, plata y litio”. “La inversión en etapas avanzadas y tempranas, además de constituir por sí misma un generador de trabajo directo y de proveedores en los lugares en que se desarrolla, permitirá la continuidad del desarrollo de la industria minera en el país”, señala el informe para luego dar cuenta que “si bien el sendero es positivo, y eso es notable a través del crecimiento obtenido en los últimos 3 años, el desafío es continuar trabajando sinérgicamente entre todos los actores para lograr un mayor incremento en esta actividad que es el pilar del desarrollo minero de nuestro país”.
Otro de los aspectos analizados en la inversión en materia exploratoria es el origen del capital financiero. Según observó el Gobierno argentino es “notable la participación de empresas de capitales canadienses o con participación canadiense, en la inversión en exploración en Argentina en todos los estadios, todos los tamaños de empresas y todos los commodities, con proporción que van entre el 50 hasta casi el 80 % según donde se ponga el foco de estudio”.
Mientras Canadá asoma en Argentina como un país promotor de la minería, el Estado ubicado al norte de nuestro continente tiene sus propios desafíos puertas adentro.
De acuerdo al informe elaborado por el Fraser Institute, la inversión extranjera en Canadá ha bajado un 55 % en los últimos cinco años, mientras que la inversión canadiense en el extranjero ha aumentado en un 74 por ciento.
“La economía canadiense ha logrado expandirse tan solo un 2,1 por ciento en el último año, casi un punto por debajo de los Estados Unidos (3 %). El Presupuesto parlamentario del gobierno de ese país proyectó que la economía crecerá 1,8 % el 2019 y 1,5 % de 2020 a 2023”, debido a una mayor presión tributaria.
La administración del primer ministro de Canadá, Justine Trudeau, continúa registrando importantes déficits, 18 mil millones de dólares canadienses el último año y se estima que crecerá a 20 mil millones de dólares canadienses en 2019. “Los déficits anuales y la creciente deuda del gobierno tiene, y continuará, creando incertidumbre para los hogares y empresas canadienses sobre futuros aumentos adicionales de impuestos”, sostiene el informe sin desestimar que se podría ver afectado el flujo de inversión.
Fuente: La Opinión Austral