El informe preliminar realizado por dos organismos de las Naciones Unidas sobre el derrame de cianuro en la mina Veladero, en San Juan, confirmó que el agua en la zona es apta para el consumo humano, pero concluyó que se contaminó el cauce del río Potrerillos y que los valores de cianuro se encuentran por encima de los recomendados para la vida acuática. Según iProfesional, el derrame de 5 millones de litros de agua cianurada se produjo el 13 de septiembre en el yacimiento a cargo de la minera canadiense Barrick Gold, que tardó 10 días en reconocer la verdadera dimensión del incidente. Una quinta parte de esa solución terminó el río Potrerillos. A partir de allí se realizaron diversas investigaciones: todas las oficiales concluyeron, en pocas palabras, que «no pasó nada», mientras que las encargadas por los vecinos y ambientalistas encontraron que la presencia de distintos metales en el agua era grave. Con la investigación encargada por el gobierno de San Juan al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), el ex mandatario provincial, José Luis Gioja, buscó poner fin a la incertidumbre y darle un viso de transparencia al asunto. Pese a que ninguno de esos entes cuenta con prestigio entre los ambientalistas, sus conclusiones no hicieron más que echar más leña al fuego. Entre el 5 de octubre y el 1 de noviembre, la UNOPS y el PNUMA tomaron 165 muestras. El agua, en todas las zonas, es apta para el consumo humano. Sin embargo, el informe advirtió que “pueden advertirse impactos asociados al incidente ambiental en las zonas 0 y 1”.