En la última sesión de Diputados, la caja de resonancia de la vida política, se discutió inoficiosamente sobre el conflicto por la minería en Andalgalá, la política sanitaria en el país e incluso se coló la política internacional. Además, se tomó juramento al dirigente del PRO Diego Figueroa reemplazando así la vacancia que dejó el deceso de Marita Colombo. Aparte, se aprobaron dos protocolos de actuación relacionados a la violencia de género.
Precisamente, luego de que los legisladores le hayan dado el visto bueno a esas iniciativas, el opositor Hugo Ávila rescató uno de sus proyectos planteado que el sistema de salud privado trate pacientes de Covid. En este sentido, solicitó a la Comisión de Salud que se convoque a una reunión ampliada donde participe la ministra de Salud, Claudia Palladino. “El sistema de salud estatal está colapsado, queda una sola cama en el Malbrán”, alegó.
El legislador también metió otros dos temas. Por una parte, pidió no mirar para otro lado sobre lo que sucede en Andalgalá, donde “no hay licencia social para la actividad minera” en relación con el proyecto MARA (Minera Agua Rica Alumbrera). Por la otra parte, habló de reiterado abuso de las fuerzas de seguridad en Tinogasta.
Tocar la cuestión sanitaria en la pandemia impulsó en Marina Andrada una réplica. Le comentó que se crearon “módulos especiales para la atención en todos los centros privados” y le aseguró que le transferirá “toda la información”. A la vez, le pidió prudencia para tratar el tema ya que “la gente puede tomar esto con miedo y que no pueden ser atendidos en nuestra provincia”.
Figueroa, recientemente ingresado a la cámara baja, agradeció la bienvenida y se puso a disposición de todos sus pares. Sin embargo, en su primera alocución, consideró que se debía repudiar “las manifestaciones del canciller Felipe Sola convalidando el terrorismo del grupo Hamás”. También dijo que le preocupaba “lo aislado que esta Argentina del mundo” y si bien felicitó la vacunación mediante la Sputnik V, criticó por cuanto “parece que convalida que fue producto de la suerte y el azar y no de política exterior”.
La oficialista Mónica Zalazar le respondió a Ávila que hable “a través de proyectos”. “Dejemos el método quejoso y vamos a las acciones, de aportes reales”, acotó. También direccionado a Ávila se pronunció Isauro Molina. El legislador del Frente de Todos mencionó, tras constituirse como querellantes en la causa por el vandalismo a la sede partidaria en la Perla del Oeste, “descubrimos que los presos tenían en sus casas las computadores que sacaron de la sede”.
El oficialista aseguró que la policía no intervino durante aquella manifestación. Además, consideró que es difícil arribar a la licencia social “cuando sistemáticamente se agita a la gente”, particularmente cuando “es promovida por el intendente”.
El debate continuó dando saltos de un tema a otro. Para el caso, Juan Denett, reconoció en Figueroa el gesto de honrar la memoria de Colombo “hasta que sacó el manual del PRO, venía pisteando como un campeón hasta que tuvo que derrapar”: “Los vimos preocupados por las vacunas, pero a los miembros del PRO solo los vimos saltar de un lado al otro de la vereda, haciendo marchas contra el aislamiento y llegando al absurdo de denunciar al presidente por intento de envenenamiento con la vacuna rusa”, le dijo al flamante diputado macrista, para acotar que “el recinto no es Twitter, deje de mirar las redes sociales”.
A su turno, Alejandro Páez retomó el eje minero para considerar que dentro del tópico hay “tema espinoso, que no fue tocado por las autoridades de la provincia”. Esto es que “la comunidad nunca escuchó que la cuenca del río no va a ser contaminada, por eso el pueblo teme por sus recursos naturales y lo que pueda pasar a futuro”.
Así las cosas, casi sobre el cierre, intervino Ramón Figueroa Castellanos. El oficialista evaluó como atendible la preocupación de Ávila, pero que fue más preocupante la intervención del diputado del PRO por “desconocer que el poder económico y político del mundo concentro el 85% de las vacunas”.
“Preocupa más lo segundo, quiénes lo dicen, porque no es solo qué dicen, sino quiénes, los que vergonzosamente bajaron de ministerio a secretaría la salud pública” alegó. De esta forma, cerró indicando que en el tema minero “hay estudios hechos, con nivel y rigor científico, y no se evidenció contaminación ni en el aire, ni en el agua, ni en la tierra”. Fuente: El Esqui