Por Carlos Balboa
Está basado en un reordenamiento y una mayor presencia estatal
La minería catamarqueña ya no está en el ojo de la tormenta. Las tensiones sociales y ambientalistas otrora desatadas en Andalgalá, Tinogasta y Belén quedaron atrás. Con la calma, la provincia se replanteó los pasos a seguir.
Son tiempos de cambio para la minería catamarqueña, que quiere volver a ser el epicentro de la extracción metalífera a escala nacional y consolidarse en el negocio del litio. El Gobierno provincial se encuentra, por estos días, en pleno rediseño del modelo minero, orientado esencialmente a reordenar la producción e incrementar la participación estatal dentro del sector.
No se trata de una apuesta menor, teniendo en cuenta que
–como indicó un informe elaborado por Abeceb para la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM)– Catamarca es la provincia más dependiente económicamente de la minería en todo el país. De hecho, los ingresos de la actividad representan ni más ni menos que un 14% del presupuesto provincial.
Y esa dependencia no sólo responde –por ejemplo– a los elevados aportes que la suiza Xstrata realiza a la estatal Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD) en virtud de la operación de la mina de cobre, oro y molibdeno Bajo La Alumbrera (sólo en 2012, más de $ 2.400 millones en impuestos), sino que también se vincula con el bajo nivel de recursos provenientes de otros sectores. Dicho de otro modo, las necesarias obras en salud, educación e infraestructura que están llevándose a cabo en la provincia no podrían ser afrontadas si no fuese por los fondos que genera la minería.
Adicionalmente, Catamarca acapara la mayor participación en el total de ingresos mineros en la Argentina (incluyendo las regalías), con un 49% de éstos, porcentaje muy superior al de San Juan (22%) y Santa Cruz (11%). “Es fácil decirle no a la minería para quienes luego se toman un avión y se van de la provincia. Lo cierto es que los recursos que genera esta industria son y seguirán siendo vitales para nuestro presupuesto: nos permitirán realizar nuevas obras y beneficiar a los más postergados”, resumió la gobernadora Lucía Corpacci.
Nuevo escenario
A decir del secretario de Minería provincial, Rodolfo Micone, hoy se trabaja con la certeza de que la provincia no puede desaprovechar sus cuantiosos recursos minerales, pero –a su vez– dicho aprovechamiento debe llevarse a cabo en un contexto de orden, control y creciente participación del Estado.
“En este marco venimos registrando importantes avances, tanto en materia de producción e inversiones como de cobro de regalías, además de percibir un mayor interés exploratorio, sobre todo en el Salar del Hombre Muerto”, remarcó el funcionario.
Por intermedio de inspecciones, auditorias y actualizaciones de datos, el nuevo modelo apunta a contar con un catastro más ordenado y un mapa geológico más preciso a fin de elevar el número de firmas explorando las potencialidades del territorio catamarqueño y apuntalar el desarrollo de las Pymes y las proveedoras de servicios locales.
“Nos hemos sentado a dialogar con todas las compañías, que han entendido cuál es el camino a seguir. Y para optimizar ese trabajo en conjunto, hemos creado la empresa estatal Catamarca Minera y Energética (CAMYEN)”, resaltó.
En ese sentido, resulta paradigmática la flamante recuperación de la producción provincial de rodocrosita, con la cesión a CAMYEN del yacimiento Mina Capillitas. “Vamos a organizar su producción y así encontrar nuevas vetas de mineral, extraerlo de manera más eficiente y reducir los costos operativos”, prometió David de la Barrera, presidente de la entidad, que también proyecta efectuar exploraciones en Cerro Atajo.
Por otro lado, en el ámbito de la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI) se dirimirán otras dos cuestiones de vital importancia para el futuro de la actividad en la provincia: la implementación de cambios regulatorios y la disputa limítrofe con Salta por Cerro Bayo (cuya resolución parece bien encaminada).
La hora de la diversificación
Hasta hace poco, Agua Rica se planteaba como el recambio natural de Bajo La Alumbrera: cuando el horizonte productivo de este megayacimiento declinara, la provincia se apoyaría en las potencialidades del otro. No obstante, hoy se sabe que su entrada en operaciones no sucederá antes de 2018.
Según Jorge Montaldi, gerente de Relaciones Institucionales de Minera Alumbrera, el cronograma para poner en producción Agua Rica es más largo que el originalmente previsto, por ciertas dificultades técnicas. “Hay que hacer extensos túneles y llevar una cinta transportadora de 35 kilómetros, lo que demandará su tiempo”, explicó.
De todos modos, la diversificación ya está en marcha. Al fin de cuentas, Catamarca dispone de la mayor producción de litio del país (a cargo de FMC) y confía en la incorporación de empresas como Galaxy para ampliar ese negocio. Asimismo, se esperan nuevos anuncios prospectivos como el de Silver Standard, que recientemente se comprometió a explorar cinco áreas.
Apoyo gubernamental
De acuerdo con la edición 2012/2013 del “Survey of Mining Companies” –el tradicional informe que anualmente elabora el Fraser Institute de Canadá–, gracias al respaldo de sus autoridades al sector, Catamarca es el cuarto mejor destino para la inversión minera en el país, sólo por debajo de Salta, Neuquén y Río Negro.
El mercado salteño ocupó el 38º puesto entre las 96 jurisdicciones de distintos puntos del planeta evaluadas por sus condiciones geológicas, de infraestructura, regulatorias, fiscales y políticas, con un puntaje de 59,7. Neuquén, que participó por primera vez del relevamiento, logró ubicarse 39º, con 59,3 unidades, mientras que Río Negro se posicionó 41º, con 57,9. Catamarca, en tanto, se colocó 43º, con 56,9 puntos. Más atrás se ubicaron San Juan (51º –53,3–), Mendoza (62º –36,1–), Jujuy (65º –34,5–), Santa Cruz (68º –32,7–), La Rioja (75º –26,5–) y Chubut (78º –26–).
Según el trabajo, el ambiente de negocios en la Argentina es complejo, con dos polos opuestos bastante marcados: “el amigable ambiente para la inversión” que ofrece Salta y “el firme apoyo gubernamental” que proporciona Catamarca, por un lado, frente a “la legislación antiminera” que presenta Mendoza y “la corrupción e inestabilidad política” que padece Santa Cruz, por el otro.