Chile empezó a enviar gas natural hacia la Argentina, una década después de que este país le cortara el grifo al vecino, afectando gravemente al mercado energético chileno. Este intercambio con la Argentina «implica un compromiso basado en la voluntad de proyectar un desarrollo regional equilibrado», dijo el ministro de Energía chileno Máximo Pacheco en conferencia de prensa. Según Noticias Argentinas, entre mayo y agosto transitarán por el Gasoducto Norandino 85 millones de metros cúbicos de gas natural a la Argentina para alimentar plantas generadoras de energía durante el invierno. Para el director en Chile de la empresa francobelga ENGIE, Pierre Devillers, encargada de la operación, se trata de un «hito histórico muy relevante» para la integración energética con la Argentina, en particular, y con la región. Los envíos se realizarán por los mismos gasoductos por los que a partir de la década de los 90 la Argentina comenzó a exportar gas a Chile, que llegó a recibir casi 22 millones de metros cúbicos por día antes de afrontar la paulatina disminución del suministro hasta que la llave se cerró definitivamente en 2006. El gas que ayer empezó a transitar por el gasoducto de 800 kilómetros entre Antofagasta, el norte de Chile y la localidad de Pichanal, en la provincia argentina de Salta es de origen noruego y fue transportado desde el sur de Francia como Gas Natural Licuado (GNL) en barco hasta la planta de regasificación de Mejillones, en la costa pacífica del norte de Chile. Para los envíos a la Argentina también se usará el gasoducto GasAndes, que une la localidad argentina de Mendoza y la comuna de San Bernardo, en Santiago.