Como parte de la ruta energética anunciada por el gobierno chileno, se incorporó el compromiso de crear una ley de eficiencia energética, con el objetivo de promover el uso racional y eficiente de los recursos de este ámbito, siguiendo la línea de los países desarrollados.
Buena parte de ese objetivo ya fue cumplido por el Ministerio de Energía de ese país, que la semana pasada despachó el proyecto, el que actualmente se encuentra en manos de la Segpres para su posterior ingreso al Parlamento, el que se podría producir este mes.
Según explica la ministra de esa cartera, Susana Jiménez, esta iniciativa forma parte del sistema de modernización del sector. “El tema de eficiencia energética está en las discusiones internacionales, y Chile tiene una deuda en esa materia, porque hay un rezago en incorporar esta política dentro de nuestra legislación y contribuir a una cultura de buen uso de la energía”.
Las medidas apuntan a que, sin disminuir el estándar de confort, exista un uso de menos fuentes energéticas, “desacoplando el crecimiento económico de lo que es el crecimiento del consumo energético, precisamente a través de mayor eficiencia y ahorro”, explica la ministra.
Entre los detalles de la propuesta se cuentan el institucionalizar la eficiencia energética, en el marco del Comité de Ministros para la Sustentabilidad; entregar información a los compradores de viviendas respecto del consumo energético de estas; promover la gestión de energía en el sector público y las grandes empresas; facilitar la instalación y operación de estaciones de carga para vehículos eléctricos y la promoción de la renovación del parque automotor con vehículos más eficientes.
Los impactos que se esperan de la implementación de esta ley apuntan a una reducción de un 3% del consumo energético a 2025, cifra que se expande hasta un 7% al 2035. Lo anterior equivale a ahorros por US$ 2.400 millones y US$ 3.500 millones, en los respectivos años.
Pero no solo hay metas económicas, pues también se proyecta una reducción de emisiones directas de CO {-2} de entre 4,64 y 6,8 millones de toneladas a los años 2030 y 2035, respectivamente. “Bajo este escenario de reducción de emisiones, el proyecto de ley aportaría un 27% a las metas propuestas en el plan de mitigación de gases efecto invernadero del sector energía”, se explica en el documento.
La estrategia también considera la creación de un mercado en torno a la eficiencia energética de unos US$ 300 millones anuales.
Fuente: El Mercurio