China se sube al cuarto reactor nuclear

El Gobierno firmará hoy un convenio de cooperación con China por el que el gigante asiático se compromete a garantizar condiciones preferenciales de financiamiento para la construcción de una cuarta central nuclear. El acuerdo lo terminaron de consensuar ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el presidente de China Nacional Nuclear Corp. (CNNC), Yang Chaodong. El objetivo del Gobierno es que tenga tecnología Candu, similar a la que funciona en Embalse. Será un reactor de uranio natural y agua pesada con una potencia de 760 megavatios (MW) que se instalará en Lima, junto a Atucha I y II. Todavía resta definir la licitación para la construcción de un quinto reactor, que será de agua liviana y uranio enriquecido, para el cual hay precalificadas multinacionales rusas, coreanas, estadounidenses, francesas y también la china CNNC, según consignó Página 12.

No se construirá otro reactor como los de Atucha I y II porque es un diseño desarrollado por la alemana Siemens, empresa que se retiró de la actividad nuclear, lo que obligó al gobierno argentino a hacerse cargo de la terminación de la segunda central a través de la firma Nucleoeléctrica. Descartado Siemens, el único desarrollador de reactores de uranio natural con agua pesada es Canadá, propietario de la tecnología Candu (Canadian Deuterium Uranium), de probada experiencia a nivel mundial. La Argentina ya tiene antecedentes en el uso de la tecnología Candu. En 1973, le adjudicó al consorcio canadiense-italiano AECL Italimpianti la construcción de un reactor Candu de 600 MW en Embalse, obra que comenzó en 1974 y puso en servicio en enero de 1984. Desde entonces posee la tecnología y tiene autorización para replicarla en el país cuantas veces quiera. Lo único que requiere de los canadienses son las actualizaciones y la documentación de una central de referencia, que sería la china Qinsahn, la última construida en el mundo con tecnología Candu.

En el mercado también está disponible la tecnología para desarrollar centrales de uranio enriquecido y agua liviana, pero el Gobierno prefiere que la cuarta sea Candu para aprovechar la experiencia y los recursos que el país tiene en esa área luego de haber concluido Atucha II. De hecho, tiene una planta de agua pesada en Neuquén y, si bien importa el uranio, controla el proceso de fabricación de los elementos combustibles. Además, varios componentes de la central podrían fabricarse localmente, lo que permitirá garantizar un alto porcentaje de integración nacional.

En lo que respecta a la isla del reactor, la firma Combustibles Nucleares Argentinos (Conuar), propiedad de la CNEA y del Grupo Perez Companc, puede fabricar los tubos de presión y los tubos de recipiente del moderador, mientras que otras firmas nacionales están en condiciones de proveer generadores de vapor e intercambiadores. Lo que habría que importar en este caso sería el recipiente de Calandria y las bombas del primario. En el Balance de Planta, las instalaciones complementarias no nucleares de la central, firmas nacionales pueden aportar tubos de refrigeración, condensadores e intercambiadores. Lo que no se fabrica en el país es la turbina de vapor, que inevitablemente habría que importar, y el generador eléctrico principal.

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