Con el desdoblamiento del marco legal del segmento extractivo, la gobernación introducirá cambios en materia hidrocarburífera y postergará los previstos en el ámbito minero. Hay 135 proyectos en stand by.
Todo estaba dado para que Chubut modificara el marco regulatorio que desde hace casi una década impide la actividad minera en toda la provincia. La idea era que la prohibición persistiera en la zona cordillerana, pero se levantara en la Meseta Central, tal como había adelantado Javier Touriñan, ministro provincial de Gobierno y Justicia. “Así lo quieren los habitantes de la Meseta, quienes se han manifestado al respecto en los relevamientos de opinión que hemos hecho, al entender que no hay otras alternativas que diversifiquen su matriz productiva”, había expresado el funcionario en diálogo con este medio.
Las autoridades ya estaban trabajando en la delimitación de las áreas donde se podría desarrollar la gran minería, además de proyectar un incremento en las regalías, la obligatoria participación estatal en las iniciativas y nuevos controles ambientales, entre otras modificaciones a la Ley 5001, sancionada en 2003 tras la polémica que generó la instalación de la firma Meridian Gold en la localidad de Esquel.
Pero el temor al rechazo de la opinión pública en un año electoral llevó al gobernador Martín Buzzi a cajonear la transformación de las normas mineras y avanzar únicamente con la renovación de las concesiones hidrocarburíferas. “Se decidió desdoblar ambos marcos normativos porque evidentemente el sector minero requiere un tratamiento mucho más delicado, mientras que la actividad petrolera tiene más de 100 años de historia en nuestra provincia. La verdad es que la gente necesita tener más información sobre la minería”, justificó la diputada Argentina Martínez, presidenta del bloque del Frente Para la Victoria (FPV) en la Legislatura chubutense.
La noticia cayó como un balde de agua fría para varias mineras que, sobre la base de promesas políticas, avizoraban un 2013 prometedor. “Sin saber a ciencia cierta cuándo podremos iniciar la explotación, todo hace prever que tendremos por delante otro año muerto. Lo más probable es que debamos reducir nuestro personal”, advirtió un directivo de una firma que explora la zona de Gastre.
En stand by
Ya suman 135 los proyectos exploratorios de distinta envergadura que seguirán esperando el levantamiento de la prohibición normativa para entrar en producción minera dentro del territorio chubutense.
Algunos de los más importantes son los uraníferos Cerro Solo y Laguna Colorada, en manos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA); los auríferos El Peñón, Suyai (de Yamana Gold), Huemules y Nahuel Pan (de Patagonia Gold); y el de plata y plomo Navidad (de Pan American Silver), entre otros.
Vale resaltar que la provincia acaba de descubrir un significativo acuífero en su Meseta Central que garantizaría la provisión hídrica del sector. El hallazgo estuvo a cargo de la firma de servicios hidrogeológicos y ambientales Hidroar.
No casualmente, según la última edición del Survey of Mining Companies (SMC), el tradicional informe que año tras año elabora el prestigioso Instituto Fraser de Canadá, Chubut fue considerada una de las 10 plazas mineras con más potencial de la Tierra sobre la base de las condiciones ideales de explotación.
Dejando de lado las restricciones existentes y dando por descontado el uso de las mejores prácticas industriales, la provincia obtuvo una puntuación de 0,84 unidades: sólo se vio superada por Alaska (0,93), Yukon (0,89), Papúa Nueva Guinea (0,89), la República Democrática del Congo (0,87), Nunavut (0,85), el Noreste canadiense (0,85), Filipinas (0,85) y México (0,85), en ese orden.
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