Chubut: Especialista hídrico garantizó que no hay ninguna afectación del agua por la minería en la Meseta

La empresa Hidroar realizó estudios hidrológicos desde el 2005 en la Meseta. Descubrió el potencial de la cuenca del Sacanana. Aseguran que no hay riesgo con la explotación minera que utilizaría una mínima parte del agua y que habría reuso. La inversión de la minera permitiría impulsar otras actividades agrícolas, ganaderas e industriales que hasta el momento no se activaron.

El geólogo especialista en temas hídricos, Carlos Scatizza, es presidente de la empresa Hidroar SA, que trabaja hace muchos años en estudios en la Meseta chubutense para determinar cuál es la cuenca de agua de la zona y su potencial.

Explicó que las cuencas hídricas de la Meseta no se vinculan entre sí y, sobre la del Sacanana, precisó que es un gran reservorio subterráneo con una extensión de más de 50 kilómetros de largo por unos 30 de ancho, y contiene un equivalente a dos diques Ameghino.

Descartó que tenga vinculación con otras cuencas que son las de Arroyo Perdido y Gastre, como tampoco con el cauce del río Chubut.

«En el 2005 iniciamos estudios para el Proyecto Navidad. En ese momento no había ningún tipo de estudio hidrogeológico de la zona, apenas estaba delimitada la cuenca. Año a año se fue avanzando en todo lo subterráneo», repasó Scatizza.

A partir de ese momento se hicieron grandes inversiones para descubrir las características de los acuíferos y se determinó que el del Sacanana «tiene un volumen total de unos 3 mil hectómetros cúbicos», y realizó la comparación con el Dique Ameghino que tiene unos 1.600 hectómetros cúbicos».

MINIMA UTILIZACION PARA LA MINERIA

En las proyecciones que realizó el geólogo, el proyecto Navidad que pretende realizar la explotación de oro y plata en la meseta chubutense, «empieza en los primeros 5 años con utilización de 1,5 hectómetros por año, y en su pico máximo llegaría a 3,45 hectómetros cúbicos».

Pero además, hizo hincapié en que «esa misma agua es reutilizada, por una cuestión económica principalmente», dijo Scatizza, marcando que «la cuenta es simple: el proyecto necesita 3,4 hectómetros cúbicos por año en su mayor actividad, y el yacimiento tiene para vivir 30 años con su propia agua» porque la reutiliza.

POTENCIAL PARA OTRAS ACTIVIDADES

Por otra parte, esa gran cuenca subterránea tiene potencial para otras actividades que podrían convivir con la actividad minera. «La cuenca estaría disponible para cualquier otra actividad, ganadera, forestal, agrícola o industrial», dijo el geólogo.

Pero remarcó que «esto se descubrió en 2010 y es un recurso que está ahí para aprovecharlo. Pasaron 9 años y nadie lo hizo y nadie va a ir, por la ubicación y porque no está la infraestructura para ir a aprovecharlo». Entonces, «la actividad minera es una oportunidad para hacerlo», agregó.

Pero además, explicó que el acuífero «tiene una renovación natural de 250 hectómetros cúbicos por año de recarga».

EL CASO DE SANTA CRUZ

Por su conocimiento y los estudios realizados, Scatizza dijo a los chubutenses que temen por alguna afectación al agua, que «no tengan miedo, los mejores ejemplos los tenemos en Santa Cruz».

Repasó que en la vecina provincia hay varios emprendimientos mineros en marcha desde hace 10 ó 15 años «sin ningún incidente ambiental, y transformaron la matriz de la provincia, generaron trabajo y desarrollo en las localidades aledañas sin ninguna contaminación». Fuente: El Chubut

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