El interventor de YCRT, Omar Zeidán, anunció que comenzó el proceso para declarar el Protocolo Preventivo de Crisis, al cual acuden las empresas públicas y privadas cuando no pueden producir por causas ajenas.
La medida era esperada según lo advertido por los gremios en la última reunión que mantuvieron con el ministro de Energía, Juan José Aranguren. «Lamentablemente se empezó con todo el proceso Preventivo de crisisy a los gremios no les interesa, pero porque no les importa la empresa creen que van a resistir y volver, y están totalmente errados, y noto que mucha gente quiere trabajar y no los dejan», apuntó en un tramo de la extensa nota que otorgó al medio de la Cuenca.
Zeidán volvió a resaltar que «si la cosa no se reactiva», se «pone en peligro a la empresa, y a todos». Tal es así, que adelantó que «en julio o agosto nos quedamos sin plata si no se firma el convenio colectivo de trabajo».
El funcionario se refiere a la nueva reestructuración que establece menos cargos jerárquicos, baja de sueldos a los cargos de jefaturas, administrativos, pero que según la Intersindical, recorta derechos laborales ya obtenidos. «Si le seguimos pagando a 3 o 4 subgerentes de explotación, es imposible, o gente que no cumple con cargos y funciones… Es imposible», precisó.
En tanto, el conductor le preguntó si la declaración del Preventivo (ante el Ministerio de Trabajo de la Nación) podría implicar parar la empresa durante seis meses. «Sí, puede pasar», contestó. «Imaginen si no produce YPF, qué pasaría», agregó.
En esta línea, Zeidán tampoco garantizó el cobro de sueldos del mes actual. «Hay cosas que no estoy manejando yo, porque estamos con el Preventivo de Crisis», adujo.
Zeidán se preguntó «por qué la Intersindical no baja nuestra propuesta», que a su entender «lamentablemente no la han explicado». «El actual convenio es racional, moderno y garantiza el funcionamiento de la empresa, sin «privilegios de la política», vertió.
En la entrevista, apuntó directamente contra los dirigentes de los sindicatos debido al reclamo afuera de Casa 51, en donde por 18 horas varios funcionarios de YCRT no podían salir de la vivienda de la Intervención. «Hable con el subcomisario Contiy no podía creer que me decía que el que le había pegado era Páez, el secretario general (ATE)», mencionó.
Fue más duro luego y dijo: «Por supuesto que fue zona liberada. Nosotros no vivimos un estado de derecho. Han roto vidrios y apretado mucha gente. Voy a ir a fondo, porque no tienen derecho, porque creen que vivimos en el lejano oeste. Se consideran que son luchadores y mineros, y no son mineros, son delincuentes».
Fuente: Tiempo Sur
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