En el transcurso de los últimos años, la industria del litio, así como muchas otras, ha tenido la obligación de enfrentar un dinámico contexto macroeconómico. No obstante, a pesar de estas circunstancias, es importante recordar y reflexionar sobre los avances realizados, ya que se trata de un recurso que tiene el potencial de posicionarnos como un actor clave a nivel mundial en la transición hacia las energías limpias y la electromovilidad.
La transición energética solo es posible si hay minería y el litio es esencial para nuestra vida cotidiana, desde la fabricación de baterías de dispositivos que utilizamos todos los días: teléfonos móviles y dispositivos médicos, hasta vehículos eléctricos y sistemas de energías renovables. Este uso generalizado conduce a que aumente considerablemente su demanda, lo que nos lleva a pensar nuevas alternativas para cubrirla de manera sostenible. Es aquí donde la industria juega un papel fundamental, y donde se encuentra su potencial de desarrollo.
En la Argentina contamos con una ventaja geológica única siendo en la actualidad el 4o productor mundial, y el 2o en recursos. Además compartimos las mayores reservas del mundo con Bolivia y Chile. Esta ubicación estratégica nos ofrece la oportunidad de, con la ayuda de un notable desarrollo tecnológico, avanzar hacia una recuperación económica sostenible.
Albemarle es una empresa líder en cuanto a la transformación de recursos esenciales en ingredientes críticos para la movilidad, energía, conectividad y salud. Este año celebramos el inicio de las perforaciones en el Salar de Antofalla, Catamarca, un paso crucial hacia la materialización del nuestro proyecto, que tiene el potencial de posicionar a nuestro país como el segundo productor mundial de litio para 2030. Este logro no solo impactará positivamente en la economía nacional, sino que también generará puestos de trabajo directos e indirectos, fortaleciendo las comunidades locales, desarrollando mano de obra y proveedores en donde operamos.
Fuente: Ámbito
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