Con los brazos abiertos ha recibido el gobierno argentino la “avalancha” de inversión en minería del litio. Esto lo tiene como uno de los países con más proyectos de este tipo, amenazando con superar a Chile en la producción de este mineral. La nacional SQM acogió el llamado de las autoridades trasandinas y el año pasado anunció su ingreso a Minera Exar, compañía dueña de una iniciativa en desarrollo en la provincia de Jujuy. Sin embargo, deberá enfrentar la oposición de una parte de las comunidades indígenas cercanas a la futura operación.
Se trata del denominado colectivo Apacheta, compuesto por más de 120 adultos de origen atacameño que viven de la crianza de llamas y vicuñas. A ellos les preocupa que el proyecto Caucharí-Olaroz -propiedad de Exar, en donde SQM es socia en partes iguales con Lithium Americas-, sumado a la operación Sales de Jujuy, impacte la disponibilidad de agua y afecte el modo de vida ancestral de estos grupos. “Nos juntamos para defender el agua, nos preocupa la gran cantidad de agua que utilizarían estas dos minas y que afectaría nuestras formas de vida”, comenta uno de los dirigentes del colectivo, Carlos Guzmán.
El abogado representante del grupo, Jorge Iglesias, indica que están tramitando una personalidad jurídica para el grupo y, en paralelo, trabajan en la redacción de un amparo ambiental, acción judicial que será interpuesta ante los juzgados ambientales de la provincia de Jujuy.
“Lo que le pediremos al juez es que preventivamente suspenda la actividad minera en base a la falta de estudios por parte del gobierno nacional, ni menos provincial, de la cuenca del salar. Dada la cantidad de agua utilizada por estos proyectos, nuestra petición es la suspensión de la actividad minera hasta que se determine científicamente que los niveles de agua no bajarán”, sostiene.
Calcula que el amparo ambiental lo presentarán a mediados del próximo año, tiempo necesario para recabar antecedentes científicos que demuestren, según él, la afectación a los pequeños productores atacameños. “Queremos difundir nuestra oposición y estamos buscando nuestras pruebas científicas. Llegaremos a la Corte Suprema de la nación de ser necesario, los pequeños productores están dispuestos a vender animales para poder financiar todo el proceso”, añade.
En 2014, cuando SQM todavía no ingresaba a la propiedad de Exar, la agrupación presentó una acción ante el Tribunal Contencioso Administrativo de Jujuy alegando irregularidades en el proceso de entrega de los permisos para los proyectos Caucharí-Olaroz y Sales de Jujuy. Sin embargo, esta acción fue desestimada. “Lo que ocurrió es que nos pidieron constituir una personalidad jurídica y, además, no tuvimos los fondos para apelar”, cuenta Iglesias.
En paralelo, seguirán con un procedimiento administrativo, a través de la Secretaría de Minería de Jujuy, aunque el representante legal de los Apacheta no está optimista con estas gestiones, por lo que cree ineludible el camino legal.
Caucharí-Olaroz es una de las grandes apuestas de SQM en el exterior y que le permitiría aumentar su producción de litio. La inversión inicial de Exar rondaría los US$ 430 millones para producir 25 mil toneladas de litio, la que crecería al doble de ejecutarse la segunda fase.
De concretarse una paralización como la solicitada por los atacameños, se podrían afectar los planes de la chilena en este negocio. Sin embargo, consultada SQM, señala que no ven peligros de que la iniciativa pueda ser detenida. “El proyecto de Minera Exar avanza bien y de acuerdo a lo planificado. Mantenemos como objetivo el iniciar la producción comercial a mediados de 2019”.
En específico sobre la acción judicial anunciada por los Apacheta, respondieron que “no tenemos información al respecto y nos sentimos tranquilos por el trabajo realizado con todas las comunidades y la buena recepción tanto de ellas como de las autoridades.
Fuente: El Mercurio
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