Se conocieron en octubre las ofertas económicas de los cuatro consorcios interesados en construir la represa hidroeléctrica Chihuido I, que estará ubicada en Neuquén. El Inversor Energético & Minero accedió en exclusiva a las actas en las que constan las propuestas técnico-económicas de las empresas privadas. A priori, Impsa, el buque insignia de la familia Pescarmona, es la que quedó mejor parada para adjudicarse la obra al ofrecer el precio más barato y también mejor financiamiento. La compañía aspira a imponerse en la licitación con vistas a revertir la delicada situación que atraviesa tras caer en default por no poder pagar compromisos financieros.
Sin embargo, desde el Ministerio de Planificación, que dirige Julio De Vido, aclararon que será la comisión evaluadora conformada por funcionarios de distintas carteras de Gobierno la encargada de establecer un orden de prelación de los oferentes.
La apertura de los sobres B arrojó la participación de 16 empresas (11 de capital nacional), que se agruparon en cuatro UTEs. La oferta más barata fue la de Impsa, que totalizó $ 14.998,78 millones, contemplando el presupuesto destinado a la construcción de la central hidroeléctrica y a los gravámenes correspondientes.
Detrás se ubicó un consorcio de empresas chinas –Hydrochina Corporation y Power China–, cuyo brazo local es la constructora CPC, del empresario kirchnerista Cristóbal López y Rovella Carranza, una compañía de San Luis que en los últimos años amañó varios negocios en Neuquén. Su oferta alcanzó los $ 15.038,24 millones.
Más atrás quedaron Electroingeniería, la firma cordobesa de los empresarios Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, que se asoció con el gigante chino Gezhouba e Hidrocuyo. Su propuesta
fue de $ 17.186,63 millones. Y en cuarto lugar el consorcio de Helport, del empresario Eduardo Eurnekian (titular de Corporación América), junto con Chediack, Panedile, Eleprint, Hidroeléctrica Ameghino, Isolux y la empresa rusa Sustenta Inter, que ofreció $ 18.257,48 millones.
Variantes
De los participantes, Impsa fue la única en incluir en su oferta dos variantes en la ingeniería del proyecto, que apuntan a reducir su costo y maximizar los plazos de construcción. Así, la alternativa 1 prevé la instalación de una presa en Hormigón Compactado a Rodillo (HCR), con la casa de máquinas adyacente a la presa, implementación del vertedero y estructura de toma sobre la presa, a fin de suprimir obras subterráneas con un sensible acortamiento de los conductos forzados. Con este modelo, el presupuesto total de la obra se reduciría hasta los $ 13.909,48 millones.
La variante 2 presentada por la empresa de los Pescarmona contempla consideraciones similares, pero propone desplazar la casa de máquinas de la central 100 metros hacia la ladera derecha, para permitir la anticipación de trabajos de la toma y de la central, del llenado y del montaje de los equipos, con el objeto de adelantar los plazos de terminación. Con este modelo, el presupuesto del emprendimiento hidroeléctrico caería hasta los $ 14.198,74 millones. ›|‹