Luego de años de gestión desde diferentes sectores de la sociedad, y muchos millones de pesos de por medio, se ha llevado a cabo el encapsulamiento de las colas de uranio depositadas en Malargüe, a pocas cuadras del microcentro de éste, el más joven de los departamentos mendocinos. Esta información, aunque no fue confirmada oficialmente, trascendió de fuentes del ámbito de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Finalmente, luego de que el Banco Mundial otorgara un préstamo por 30 millones de dólares para su concreción, las 700 mil toneladas de residuos de la extracción de uranio de la mina Huemul de Malargüe y Sierra Pintada de San Rafael que se encontraban a tan sólo 1.000 metros de la plaza San Martín, están encapsuladas.
De acuerdo a la planificación urbana del Municipio de Malargüe, el lugar será parquizado y tendrá monitoreo ambiental realizado por la CNEA y la supervisión de la ARN.
Historia y método
Al finalizar las actividades mineras y de producción de Yellow cake, se iniciaron los estudios necesarios para concluir en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que fue aprobada por la ARN (Autoridad Regulatoria Nuclear) y el Ministerio de Ambiente y Obras Públicas de la provincia de Mendoza.
La Comisión Nacional de Energía Atómica fue la encargada de llevar a cabo el plan de remediación del sitio mediante un proceso de ingeniería denominado «encapsulado» que consiste en la disposición segura y definitiva de las colas del mineral para así evitar su dispersión e interacción con el ambiente y las personas.
El encapsulado se realiza con materiales de la zona. Primero se compactó el piso natural que fue luego tapado con una capa de grava, una de suelo arenoso y una capa de arcilla compactada. Las colas del mineral se asientan sobre esa capa, se neutralizan con cal y se compactan. Luego se recubren con una cubierta multicapa para finalmente construir un enrocado que permite aislarlas totalmente del ambiente.
Especialistas destacaron que esta obra de ingeniería garantiza sequedad, estanqueidad y resistencia estructural a largo plazo, resistiendo a factores externos como nevadas, vientos, lluvias, terremotos, inundaciones o intrusión de raíces arbustivas o animales cavadores. La firma Stornini S.A. es la encargada de poner fin al cerramiento de estos residuos en lo que se conoce popularmente como “empanada”.
Cabe recordar que durante los años 1954 y 1986 se procesaron más de 752 mil toneladas de minerales en el ex complejo fabril Malargüe, provenientes de la Mina Huemul y Sierra Pintada.
Durante ese tiempo se generaron 150 puestos de trabajo, mayormente local y se generó electricidad suficiente para abastecer durante 15 años a una ciudad del tamaño de Mendoza. Este emprendimiento permitió al país ahorrar 300 millones de dólares.
Fue la primera planta de estas características en la Argentina. Su producción fue en forma de pasta llamada torta amarilla o yellow cake, materia prima para el combustible usado en los reactores de potencia e investigación, como la central de Atucha.
Como resultado de esto, se produjeron las denominadas colas de mineral, que quedaron en el sitio y, aunque poseen una baja cantidad de uranio, es necesario aislarlas definitivamente.
Reunión en la Agencia Espacial Europea
La comuna de Malargüe informó que una delegación de la Agencia Espacial Europea (ESA), se refirió a inversiones destinadas a dicha estación, que se desprenden del acuerdo de implementación firmado entre la ESA y la Nación para la instalación de la mencionada estación, tales como la ampliación de la red eléctrica de 13,2 kV a 33 kV y la instrumentación del Parque Científico y la pavimentación de la ruta provincial 186.
La estación cumple un papel relevante en el estudio del espacio profundo, permitiendo la comunicación permanente de las misiones Lisa Pathfinder, Mars Express, ExoMars y Gaia, entre otras.
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