Con la autorización de la Subsecretaría de Ambiente neuquina
Fabricada por las firmas Nalco Champion y Falmet, la unidad permite no sólo tomar el agua necesaria para la fractura hídrica, sino también reutilizarla, minimizando así el consumo hídrico.
Como respuesta anticipada a la demanda de equipamiento que será necesaria para viabilizar el desarrollo del segmento no convencional en torno a la formación Vaca Muerta, la proveedora norteamericana Nalco Champion, junto con la argentina Famet, idearon el primer equipo móvil de tratamiento de fluidos de la fractura hidráulica o fracking de factura local.
La unidad fue recientemente presentada en la base que Nalco Champion posee dentro del Parque Industrial de Neuquén (PIN), al oeste de la capital neuquina, en un acto que contó con la presencia del gobernador Jorge Sapag. Su diseño y desarrollo demandó una inversión de alrededor de u$s 2 millones. De cara al futuro, la intención de las firmas involucradas es comenzar a fabricarla en serie.
“Se trata del primer equipo de fabricación nacional con autorización para operar en la provincia”, aseguró José Adaos, gerente de Desarrollo de Negocios para Brasil y la Argentina de Nalco Champion, quien destacó el visto bueno recibido por parte de la Subsecretaría de Ambiente provincial y la gran expectativa que suscita la innovación entre las operadoras.
Denominada “Nalflow II”, la unidad posibilita tomar el recurso hídrico que se precisa durante el fracking y luego reutilizarlo, lo que implica una significativa optimización del consumo de agua. Vale destacar que el fluido también puede ir a un pozo sumidero, en caso de no haber fractura hidráulica. “Se cumple, por lo tanto, con todo lo estipulado por la normativa provincial. En Estados Unidos hay equipos de tratamiento de flow back similares, pero la legislación es mucho menos estricta que aquí”, comparó el directivo.
Líder en el mercado norteamericano en materia de provisión de insumos para la actividad hidrocarburífera tanto convencional como no convencional, Nalco Champion se encuentra presente en Neuquén desde hace 40 años. La argentina Famet, por su parte, cuenta con una destacada trayectoria en el rubro metalúrgico.
En cifras
Ante los mayores costos involucrados en la puesta en valor del shale, la evolución del rubro a nivel local dependerá en gran medida de la optimización de los recursos y los tiempos de los procesos.
En esa dirección, el “Nalflow II” dispone de sistemas de medición en línea de fluidos, probetas de corrosión instantánea y equipos de medición de bacterias en 15 minutos. No es un detalle menor si se tiene en cuenta que en el rubro convencional ese tipo de análisis suele demorar tres semanas.
En promedio, cada pozo no convencional requiere el desempeño de una unidad de tratamiento de flow back durante unos 20 días. Cada fractura hidráulica, en tanto, precisa entre 10.000 y 14.000 metros cúbicos (m3) de agua, de los que retorna como fluido cerca de un 30%; es decir, más de 3.000 m3.
Tan sólo YPF planea perforar unos 4.500 pozos no convencionales en los próximos cinco años. En la actualidad, cada perforación de shale significa un
desembolso de entre u$s 7 y 10 millones (casi 10 veces más que en el segmento tradicional).
El costo del equipo varía de acuerdo con el caudal a tratar, ya que no es lo mismo una unidad móvil de 1.000 m3 que una de 10.000 m3. Lógicamente, cuanto mayor es el volumen, menor la erogación en términos porcentuales. ›|‹