Construyen en Vaca Muerta una planta de residuos petroleros

La empresa de servicios ambientales Indarsa se encuentra en proceso de construcción de la primera planta de tratamiento de residuos hidrocarburíferos que estará ubicada en la zona de Vaca Muerta.
El establecimiento estará ubicado más precisamente en Añelo, localidad ubicada al sur de la provincia de Neuquén, desde donde YPF lanzó su proyecto de shale oil, y que duplicó su población en tres años, y actualmente cuenta con 5000 habitantes.
Indarsa invertirá allí $ 100 millones para levantar una nueva planta en esta localidad, que serán destinados a una serie de desarrollos en infraestructura y equipamientos para lograr su efectivo desarrollo. Estas inversiones se repartirán a lo largo de 36 meses.
«El proyecto va a permitir la ampliación de la capacidad de recepción, acopio y tratamiento de la compañía, además de dividir y especializar las operaciones entre las distintas bases operativas, incorporando tecnología de punta para el tratamiento de residuos», afirmó Santiago Fernández Madero, director de Indarsa.
La planta se está construyendo en un predio de 70 hectáreas en el parque industrial municipal de Añelo y, según el ejecutivo, apunta a brindarle el servicio de disposición de residuos petroleros a las empresas operadoras de la zona de Vaca Muerta, como YPF y Chevrón y también Pan American Energy (PAE), entre otras.
«Se construye para poder resolver los problemas de contaminación que podría tener la zona y las empresas que allí operan, por lo que también apuntamos a la reutilización del agua con tanques de 5000 metros cúbicos que le darán tratamiento y la devolverán a la operadora para que la vuelva usar», agregó Iván Fhurer, gerente General de Indarsa, a El Cronista.
En cuanto a la inversión, el dinero será aportado en un 50% por los propios accionistas de esta empresa familiar y el resto por un pool de bancos. La construcción de la planta se llevará a cabo en varias etapas durante los próximos 36 meses, aunque se espera que para enero del año próximo ya tenga capacidad operativa.
El año pasado, Indarsa facturó $ 100 millones. Sus dueños tienen otras compañías vinculadas con la producción de alambre de cobre, desarrollos inmobiliarios y agricultura.

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