La producción de petróleo mantuvo su tendencia descendente y bajó 7,7% entre enero y agosto, frente al mismo período del año pasado, mientras la extracción gasífera redujo el ritmo de su caída por los mejores rendimientos en Vaca Muerta, aunque no evitó disminuir 1% en la comparación del mismo lapso interanual.
La estadística difundida por el Ministerio de Energía y Minería mostró el peor nivel en 36 años para la producción petrolera, que acumuló 18,3 millones de metros cúbicos, frente a los 19,9 millones de enero-agosto del año pasado.
El dato coyuntural de agosto resultó ligeramente más favorable, ya que exhibió un descenso de 6% frente a doce meses atrás, lo que podría estar mostrando el inicio de una eventual recuperación productiva.
Con todo, los 2,3 millones de metros cúbicos de petróleo producidos ese mes se ubicaron bien lejos de los 2,5 millones de igual período de 2016 y volúmenes muy superiores en los años anteriores.
Hasta agosto el retroceso en la extracción de crudo afectó a casi la totalidad del medio centenar de compañías que operan en la actividad (otras 11 firmas no produjeron y una decena aportó volúmenes ínfimos).
Las dos empresas líderes del negocio -YPF y Pan American Energy- morigeraron la baja general, ya que su producción descendió menos que la del promedio del sector.
Los analistas y operadores del sector adjudican en parte la caída en la producción de hidrocarburos a los bajos precios, a medida que se acerca el fin del reconocimiento de un mayor precio por el «barril criollo», frente a los valores internacionales,
Otros motivos mencionados aluden a fenómenos climáticos, como los que afectaron meses atrás a Comodoro Rivadavia, y a conflictos sindicales en alguna medida retroalimentados por los despidos de las compañías, ante la retracción de la actividad, la menor perforación de pozos y el freno a la recuperación secundaria.
En cuanto a la producción de gas, la estadística oficial para los primeros ocho meses del año muestra una ligera baja, desde 30 hasta 29,6 millones de metros cúbicos.
El creciente aporte de los recursos no convencionales de la formación neuquina (shale gas) determinó, de todos modos, que en agosto la caída se redujera a – 0,8% en el cotejo con doce meses atrás.
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