Cristóbal López manejará los negocios de Petrobras en Argentina

Ayer y mediante un comunicado fechado en Río de Janeiro, el directorio de Petrobras volvió a negar que la petrolera haya cerrado un acuerdo para la venta de varios de sus activos en la Argentina. Como lo viene haciendo desde que anunció que sus activos argentinos formaban parte de un plan de desinversiones para el quinquenio 2013-2017, la compañía evita confirmar que solamente negocia con el empresario Cristóbal López. Atrás quedaron otros grupos interesados, incluyendo a YPF y Pluspetrol, que fueron dejando de lado sus intenciones. Sin embargo, y mientras sigue negociando alternativas para regresar a Marcelo Tinelli a la televisión y sumar Canal 9 a sus actividades en el sector de los medios, el dueño del Grupo Indalo tiene tiempo para ultimar los detalles que terminarán por hacer realidad esta operación hasta ahora no confirmada por Petrobras. Solamente restaría la aprobación del Consejo de Administración de Petrobras que se reunirá a fines de este mes, tal como confirmaron a El Cronista fuentes vinculadas al contrato y también como se anticipó la semana pasada en un artículo de la revista brasileña Epoca. Las fuentes explicaron que “aún restan afinar algunos detalles”, pero aclararon que el nuevo desembarco de Cristóbal López en Petrobras será como socio de PESA, la filial local de la petrolera estatal brasileña. Confirmaron además que el dueño del Grupo Indalo quiere quedarse con el 51% de PESA a cambio de u$s 450 millones y no de u$s 900 millones como se informó en el artículo de Epoca. El objetivo del empresario es tomar el gerenciamiento de las actividades de la compañía brasileña en el país. Así, su empresa Oil Combustibles, tendrá la chance de ampliar el actual catálogo de actividades petroleras en las cuales ya participa, en especial hacia la exploración, refino y distribución de petróleo y gas, y también en el área petroquímica. Hasta ahora, Oil opera en el mercado de la refinación de petróleo crudo y la comercialización de combustibles. Es dueña de la Refinería San Lorenzo, y de una red de 340 estaciones de servicio que precisamente le compró a Petrobras en 2010 por u$s 110 millones.
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