Daniel Gerold, de la consultora G&G Energy y referente de la industria petrolera, señaló en la XI Exposición AOG que el sector gasífero tuvo un avance reciente, ya que «la cantidad de pozos por año rondaban los 60 a 70 sobre un total de 1.400, y el año pasado se pasó a 230; representan así un 30 por ciento de la perforación desde niveles bajísimos que hubo históricamente».
En petróleo, en cambio, la caída de perforación de pozos fue de 50 por ciento respecto de 2014-15, por lo que se está “en niveles mínimos, básicamente en el golfo San Jorge y específicamente en la provincia de Santa Cruz”.
Según Gerold, “las productividades existentes y los altos costos de esa explotación, por el alto corte de agua (que representa 90 por ciento de lo extraído en cada pozo), las bajas acumuladas, las reducidas producciones iniciales y los costos de explotación y muy altos, por la intensidad de mano de obra en servicios petroleros, hicieron que la actividad tornara antieconómica en esa cuenca. La evolución en Vaca Muerta y en varios de los proyectos de shale oil, con algunos resultados de pozos horizontales muy alentadores, estaría demostrando una reactivación”, estimó.
“En 2018, después de estos dos años de convergencia a precios internacionales, el escenario base indica que van a regir precios internacionales de los combustibles y del petróleo, es decir, precios superiores a los que hemos visto en estos dos últimos años y que pueden influir en cierta reactivación de la industria petrolera”, concluyó Gerold.
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