El Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, criticó ayer una que sostenía que la Argentina había acudido a la importación de energía eléctrica de Uruguay para suplir la oferta faltante, en medio de la ola de calor y la proliferación de cortes de luz .
El comunicado confirma las compras de energía, pero las defiende porque se trata, de acuerdo con su criterio, de una operación conveniente para la Argentina.
«La importación proveniente de la República Oriental del Uruguay a la que se refiere La Nación se corresponde con los excedentes generados por la represa binacional Salto Grande, cuyos caudales están en sus niveles máximos producto de la abundante agua en el río Uruguay. Como tiene su demanda de electricidad satisfecha, debido a la mayor disponibilidad de su generación hidroeléctrica, esa energía adicional fue tomada por la Argentina, ya que resulta conveniente en términos de costos, y la alternativa técnica hubiera sido verter ese mayor caudal de agua del río Uruguay sin turbinarla», explicó el Ministerio.
La Nación informó ayer que las compras de energía a Uruguay son cada vez más frecuentes y que en algunas ocasiones se llega a pagar un costo de 300 dólares el MW/hora, según informó en agosto el director nacional de Energía, Ramón Méndez, mientras que en otras oportunidades se toman los excedentes, que resultan más baratos. Y que eso es lo que viene ocurriendo en los últimos días.
También se informó que el lunes, en el momento crítico de la ola de calor, la fuerte demanda obligó al sistema eléctrico a funcionar por debajo del nivel de reserva recomendado, dado que muchas empresas de generación eléctrica eligieron esta época del año para realizar el mantenimiento de sus máquinas y fueron sorprendidas por las altas temperaturas.