El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, formuló estas declaraciones al realizar un balance de la política energética de la última década al cumplirse diez años del anuncio del Plan Energético. En sendas entrevistas publicadas por los diarios Página 12 y Tiempo Argentino, De Vido defendió y valoró positivamente el plan de inversiones en infraestructura energética lanzado hace 10 años, dentro del cual destacó a la recuperación de YPF como “el hito más importante». El ministro recordó que en 2003 “no había un solo plan sobre cómo encarar la profunda crisis que existía”, mientras el país “era exportador neto de energía, pero con un 54% de la población bajo la línea de pobreza, con el 27% en la miseria, con 23% de desocupación y con casi medio millón de industrias cerradas”. “Era un autoabastecimiento trucho. No se puede hablar de autoabastecimiento cuando no hay quien consume”, subrayó. El titular de la cartera de Planificación apuntó que “en aquel momento el sector era casi todo privado. La generación del Estado era el 8%”, y resaltó el fideicomiso de intercambio de combustible por productos industriales con Venezuela, que “rompió la lógica de las petroleras de dolarizar el mercado”. “Ellos producían sobre lo que había, no descubrían nuevas reservas, o sea que las reservas se iban terminando y generaban desabastecimiento”, dijo De Vido para luego recalcar que “la ley que envía la presidenta para recuperar YPF se llama Ley de Soberanía Hidrocarburífera” porque “garantizará el abastecimiento del combustible”.