Epitermales. Son capaces de albergar 116 millones de onzas de oro equivalente
El gran volumen de material volcánico, la accesible distribución geográfica y el potencial exploratorio de las tres provincias magmáticas existentes hacen pensar que los depósitos epitermales seguirán aportando a la Argentina más oro y más plata.
Los epitermales son depósitos de oro y plata con ocasionales metales base (zinc, plomo y cobre) que están formados por sistemas hidrotermales a baja temperatura. Relacionados con magmas y emplazados hasta 6 kilómetros de profundidad, pueden ser de alta o de baja sulfuración, según explicó Diego Guido, vicepresidente de Exploración de Austral Gold.
Disertó el experto sobre los 18 yacimientos metalíferos activos en los últimos cinco años y los 18 nuevos proyectos en factibilidad o en construcción a nivel nacional. “La mitad de esas 36 iniciativas pertenecen al modelo epitermal y representan un 67% de la producción. Se distribuyen fundamentalmente en la Patagonia Extrandina (que es sede de 11 depósitos) y en la Cordillera de los Andes (seis)”, precisó. Según sus palabras, el Macizo del Deseado, la Cordillera Frontal y el Macizo de Somun Curá son los mayores distritos geológicos epitermales. “En el Deseado sobresalen los depósitos vetiformes de oro y plata de baja sulfuración (con algunos ejemplos intermedios). Son todos vetiformes, salvo Lomada de Leiva, Cap Oeste y Don Nicolás”, precisó. El área, apuntó, totaliza más de 28 millones de onzas de oro equivalente y explica una producción anual de 1,17 millones de onzas. “Ese volumen podrá llegar a 1,5 millones cuando entren en marcha Cerro Moro y Don Nicolás, que están en una etapa avanzada de construcción”, detalló.
En la Cordillera Frontal, distinguió, hay dos generaciones de depósitos: los pérmicos relacionados con el Grupo Chóyoi (como Casposo) y los miocenos (como Veladero y Pascua-Lama). “La zona suma recursos mayormente auríferos por 46 millones de onzas, aunque parte de esa cifra le corresponde a Chile. La producción actual se sitúa en 640.000 onzas, con perspectivas de alcanzar las 830.000 onzas”, anticipó.
En Somun Curá, en tanto, hay epitermales jurásicos en el Complejo Los Menucos, la formación Marifil y Lonco Trapial. “Los depósitos destacados son Navidad y Calcatreu. Hay 11,8 millones de onzas en el distrito, que si se pusieran en producción generarían unas 330.000 onzas anuales”, señaló. Adicionalmente, comentó, hay epitermales en la Puna (Pirquitas), las Sierras Pampeanas (Farallón Negro), la Cordillera Principal (Andacollo) y la Cordillera Patagónica Sep-tentrional (Tsuyai). ›|‹
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Lo que viene
En términos de tipología, en la Argentina dominan los fluidos de baja sulfuración (sólo hay dos de alta sulfuración: Veladero y Pascua-Lama). En cuanto a su edad, se hacen progresivamente más jóvenes desde Casposo (el depósito más antiguo) hasta el Jurásico superior de la Patagonia. De acuerdo con Guido, los 18 depósitos epitermales analizados suman 97 millones de onzas. “Un 53% de ellos está o se puso en producción. La oferta anual oscila en torno a 1,96 millones de onzas. Y los dos gigantes inactivos son Pascua-Lama y Navidad”, sostuvo. La provincia de Santa Cruz, resaltó, colabora con casi un 60% de la producción. “En el futuro, la cordillera sanjuanina aportará más onzas epitermales. De hecho, el país podría contar con 14 nuevos depósitos con homologación de recursos 43-101, y llegar a 116 millones de onzas”, adelantó. La actividad, pronosticó, tiende a explotar una mayor proporción de depósitos de alta sulfuración. “Al ser más auríferos, éstos resultan más rentables. Los de baja sulfuración, por su parte, repagan más rápidamente la inversión”, completó en el marco del seminario de oro y plata.
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