Detrás de la importación de nafta se esconde un negocio millonario para las petroleras

Posiblemente sin saberlo, los senadores que sancionaron en la madrugada del jueves el presupuesto 2015 convalidaron y dieron carta blanca a un formidable negocio mediante el que el Estado les entregará centenares de millones de dólares a las petroleras.

Todo se esconde en una decisión que nadie sabe si se puso a propósito o quedó del famoso «copy & paste» (copiar y pegar) con que se elabora gran parte del presupuesto que año a año pasa por el Congreso. Uno de los artículos de la ley autoriza al Estado a importar un millón de metros cúbicos de nafta para ser comercializada en el mercado interno.

Justamente esa operación se consolidó como uno de los mejores negocios de las petroleras ya que importan al dólar oficial y venden la nafta a valores cercanos a 1,25 dólares por litro, siempre, claro está, con la referencia es precio del dólar. Además, hay otro margen que se suma: esa compra está exenta de pago de impuestos a los combustibles.

Según las cuentas realizadas por La Nación y que fueron cotejadas con dos estudios especialistas en energía, en el primer semestre del año, cada metro cúbico de nafta grado 3 (premium) que se importó dejó a la petrolera que lo hizo 388 dólares, muy por encima de lo que se gana si lo que se vende es combustible nacional.

El asunto estuvo presente en las palabras de los senadores al tratar la ley de hidrocarburos. Gerardo Morales, Guillermo Pereyra y Jaime Linares hiciron directa referencia al asunto. «[Hay que pedirle al Frente para la Victoria que convoquen a Galuccio y también a la Secretaría de Energía, [Mariana Matranga], aunque creemos que en esto hay responsabilidad de Galuccio, de quien siempre decimos que anda bien, que ratificamos y que nos parece que está gestionando bien, pero hay un tema que va a tener que venir a explicar», dijo Morales en el recinto. El tema a explicar es, justamente la importación de nafta.

«Se trata de una transferencia directa de dinero del fisco al sector privado. YPF, por caso, es la principal beneficiaria del negocio de importación por lo que los socios privados se benefician muchísimo», dijo un funcionario de una petrolera que conoce como pocos vericuetos del mundo petrolero.

Todo empezó en 2012 cuando la caída de la producción y el aumento de la demanda motivaron que por primera vez el Gobierno autorice la importación de 240.000 metros cúbicos de nafta por año. Las petroleras hicieron sus números y se dieron cuenta que la operación era a pérdida. Entonces, el litro de nafta se vendía a alrededor de $ 5,50 y además, el precio del petróleo tocó un pico de 106 dólares el barril, luego bajó y promedió alrededor de 95 dólares.

El Gobierno atendió aquella postura y decidió, mediante los artículos 55 y 56 de la ley de presupuesto 2013 (26.784) eximirlos del pago del pago del Impuesto a los Combustibles y del aporte al Fondo Hídrico de Infraestructura. Esos dos gravámenes que pesan sobre el precio de las naftas representan casi 40% del precio del surtidor.

Pero los tiempos cambiaron. YPF se convirtió en la llave maestra para lograr lo que tanto reclamaban los petroleros: aumentos de precios. El valor de la nafta subió en los últimos dos años a un ritmo más cercano a la inflación que mide el Congreso que a la del Indec. Además, el precio del petróleo cayó a 80,58 dólares.

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