La llegada en los últimos días de facturas de gas con aumentos de hasta 670% en la tarifa no sólo irritó a los consumidores, que colmaron las oficinas comerciales de las distribuidoras Gas Natural Fenosa y Metrogas. Su publicación en los diarios también molestó a algunos funcionarios del Gobierno.
Los hombres de Cristina Kirchner, sin embargo, mostraron posiciones distintas: mientras el ministro de Planificación, Julio De Vido, y sus hombres intentaron edulcorar los aumentos, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, los reconoció y justificó.
De Vido, por ejemplo, rechazó que se hayan producido aumentos de tarifas. Sostuvo, en cambio, que se trata de «la quita progresiva de subsidios, tal como estrictamente hemos anunciado el pasado jueves 27 de marzo».
Al mismo tiempo, criticó a la nacion y Clarín, que para el funcionario «insisten» en el «festival de porcentajes» que sólo buscan «desinformar sobre su verdadero alcance», según La Nación.
Más allá de las palabras de De Vido, los nuevos precios del gas para los usuarios residenciales están fijados a través de resoluciones y planillas del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) que estipulan «tarifas finales a usuarios residenciales» de las distribuidoras de gas de casi todo el país. Para los especialistas del sector, se trata de un incremento de tarifas.
«Ajustes eran los de la década neoliberal, que proponen ahora algunos candidatos como [Mauricio] Macri, que en su distrito los aplica todos los días, cuando con tarifas dolarizadas se les sacaba dinero del bolsillo a los hogares argentinos, mientras había 25% de desocupación y 54% de pobreza, para que las empresas privatizadas repatriaran en tiempo récord un supuesto capital invertido, comprobado ampliamente que fue inexistente y que dejó al sistema energético quebrado en 2003», fustigó.
Mientras que el interventor en el Enargas, Antonio Pronsato, que responde a De Vido, negó que se haya producido un tarifazo. «Pese a ser éste un invierno cálido, se consumió más gas en Capital Federal [como informó la nacion]. Se está cumpliendo lo que anunciaron los ministros De Vido y Kicillof, que es una quita progresiva de subsidios, no un tarifazo», sostuvo.
Pronsato también criticó los números que informó ayer la nacion,que surgen de las planillas que el ente que conduce envió a las empresas.
En cambio, Capitanich reconoció los aumentos, si bien sostuvo que «la evolución de la tarifa de gas es sustancialmente menor a la evolución de los salarios».