La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada y convirtió en ley el acuerdo entre el Gobierno nacional y la empresa Repsol por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la petrolera YPF que prevé un pago de 5 mil millones de dólares a la compañía española
Tras un debate de 16 horas, el kirchnerismo, con el apoyo de sus aliados y de los moyanistas Omar Plaini y Hugo Moyano, consiguió sancionar el proyecto con 135 votos afirmativos pasadas las 4 de la madrugada.
En tanto, hubo 42 abstenciones del Frente Renovador, de Unión PRO y de Compromiso Federal, más 59 negativos del radicalismo, el Frente Amplio Progresista (FAP), la Coalición Cívica ARI, el Frente de Izquierda, Unidad Popular y el Partido Fe
La presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio, defendió la iniciativa al asegurar que se trata de “un acuerdo que a todas luces es beneficioso para nuestro país‘ y acusó a la oposición de hacer ‘verdaderas peripecias para oponerse al acuerdo”.
Asimismo, Di Tullio dijo que la oposición cayó en “una irresponsabilidad enorme‘ al no acompañar al Gobierno y cargó contra el radicalismo, al afirmar que ‘no se nota que se quieren hacer cargo del futuro porque no nos dicen qué van a hacer con YPF”.
Por su parte, el titular de la bancada radical, Mario Negri, aseveró que “con la aprobación de hoy se cierra un ciclo de 20 años de la peor política energética llevada adelante por el peronismo. En la década del ’90, desguazando YPF y en esta última década destruyendo el mayor logro que era el autoabastecimiento”. Así lo consignó El Cronista.
En tanto, el presidente del bloque del PRO, Federico Pinedo, defendió la decisión de abstenerse en la votación para que la Argentina “no quede como un país que no cumple con sus obligaciones”, pero pidió que “no se nos diga que nosotros somos los que defendemos a las corporaciones y los que votan a favor son los que defienden la soberanía”.
El diputado del Frente Renovador (FR) Mario Das Neves describió como “un momento triste” la privatización de YPF y confesó que “me duele mucho que no se hayan consultado las medidas que se tomaron, y no quiero de ninguna manera hipotecar las futuras generaciones, sin saber lo que se tiene que pagar” por este acuerdo con Repsol.