Mientras esperan que hoy lleguen buenas noticias desde España con relación a la propuesta realizada por el Gobierno argentino a Repsol parasolucionar el diferendo abierto tras la expropiación de YPF, los directivos de la petrolera ahora bajo control estatal están atentos a cuestiones vernáculas de menor envergadura, pero no menos importantes. Por caso,colaboradores de Miguel Galuccio están negociando con la gobernación de Neuquén la manera en que la petrolera pagará las regalías correspondientes al nuevo esquema de precios de gas, que prevé un valor de US$ 7,50 por millón de BTU (casi tres veces más que la media del mercado) para la oferta adicional del fluido.
No se trata de una cuestión menor. Porque ambas partes defienden posiciones disímiles. Desde la administración de Jorge Sapag quierencobrar el 12% de regalías sobre lo facturado por YPF por la venta del ‘gas nuevo’ a 7,50 dólares. Buscan, así, frenar el deterioro de las cuentas públicas -afectadas, entre otras cosas, por la caída de la producción de hidrocarburos-, a partir de la inyección de nuevos recursos económicos. Pero desde la petrolera responden que, en rigor, los US$ 7,50 no son el precio en boca de pozo del gas -la denominación que figura en la Ley 17.319 (de Hidrocarburos) para definir la base imponible del impuesto provincial-, sino quese trata de una compensación que otorga el Estado nacional. El mismo posicionamiento comparte la francesa Total, el mayor productor de gas de país, que es uno de los grandes productores del fluido en Neuquén.
Desde la óptica de las empresas, el pago de US$ 7,50 por MMBTU por el ‘gas nuevo’ responde más a la lógica de un sistema de subsidiosque a esquema de precios convencional. Alegan que la facturación del nuevo valor no es inmediata, sino que se concreta varios meses después de extraído el hidrocarburo, una vez que el Gobierno nacional corrobora documentación requerida las petroleras y certifica que el gas producido es ‘adicional’.
“A veces tardamos más de siete meses en cobrar lo correspondiente al Plan Gas (el programa que autorizó las subas)”, explicó un directivo petrolero. Ayer, el gobernador Sapag admitió que “estamos viendo la forma jurídica a convenir, porque en este caso se trata de una compensación que da Nación al precio para lograr los 7,5 dólares”.
Lo más probable, frente a este escenario, es que la provincia termine arribando a un acuerdo de carácter privado con las petroleras para zanjar la discusión en algún punto intermedio. Las empresas alegan, además, un argumento jurídico para justificar su posición. “Si aceptáramos liquidar regalías sobre el Plan Gas estaríamos convalidando el pago del impuesto sobre un subsidio o una compensación, lo que dejaría un antecedente peligroso”, explicaron fuentes empresariales a El Inversor Online.