El cobre caía, aunque recortaba pérdidas desde el mínimo de 11 meses que tocó más temprano en la sesión, mientras que algunos inversores consideraban que los últimos retrocesos fueron exagerados y que el metal ya tocó fondo.
A las 1315 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 1,2% a US$6.269 por tonelada tras caer más temprano hasta un 2% a US$6.221,50, mínimo desde el 25 de julio de 2017.
Desde el lunes pasado, el metal ha bajado casi un 5%, con lo que va camino a anotar su declive semanal más pronunciado desde la semana terminada el 20 de noviembre de 2015.
El cobre se ha visto golpeado por la escalada en el conflicto comercial que se desató luego de que Estados Unidos impuso aranceles por US$34.000 millones a las importaciones chinas y tras la consecuente respuesta de Pekín.
A comienzos de junio, el cobre alcanzó los US$7.348, máximo de cuatro años y medio, pero desde entonces se ha hundido un 14%. La tendencia bajista fue alimentada por operaciones técnicas y por liquidaciones de fondos de cobertura chinos, según Gianclaudio Torlizzi, socio de T-Commodity.
“El cobre debe sostenerse por sobre los US$6.200, la línea divisoria para la tendencia alcista de largo plazo”, afirmó Torlizzi. “No tiene mucho sentido tener un ánimo tan lúgubre sobre la demanda de metales. Es una buena oportunidad para asumir posiciones largas de nuevo”, agregó.
El declive del metal era contenido por reportes de que la negociación laboral en la mina Escondida en Chile, la más grande del mundo, está lejos de un acuerdo a menos de tres semanas del fin del contrato actual, por lo que el sindicato alista un fondo para solventar una eventual huelga.
Entre otros metales básicos, el zinc subía 0,89% a US$2.724 la tonelada, el níquel en la LME caía 1,48% a US$13.985 la tonelada y el aluminio subía 0,5% a US$2.080 la tonelada.
El plomo perdía 1,25% a US$2.325 la tonelada y el estaño caía 0,39% a US$19.350 la tonelada.
Fuente: Reuters