Acuerdo entre las cámaras del sector
Las cámaras provinciales se comprometieron a trabajar en conjunto a través de un Consejo Minero Industrial Federal para desarrollar un mecanismo que integre las demandas de los proveedores de bienes y servicios de sus respectivas provincias. Cambia en su totalidad la representatividad de la industria.
Los cambios de viento en la minería ya tienen rúbrica, por lo menos en cuanto al modo de accionar de las empresas. Sucede que durante el V Seminario de Litio en Sudamérica, llevado a cabo en Jujuy, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Gemera, la Cámara Argentina de Empresas Uranio (Cadeu) y las cámaras provinciales de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Santa Cruz y Chubut crearon formalmente el Consejo Minero Industrial Federal (Comif), que tendrá como objetivo unificar y fortalecer el desarrollo de la actividad en el país en representación de la actividad metalífera y no metalífera.
“Es hora de plantear un federalismo pleno, real en todas sus complejidades, y para eso necesitamos que todos los integrantes tengan participación. Las provincias son el eje de nuestro plan estratégico”, describe Marcelo Álvarez, presidente de CAEM.
El Comif estará integrado por cada cámara minera de las provincias, divididas en cinco regiones: Noroeste, Cuyo, Nordeste, Centro y Patagonia. La toma de decisiones pasará por CAEM. “Nos comprometimos a trabajar en conjunto para desarrollar un mecanismo que permita integrar las demandas de los proveedores de bienes y servicios de sus respectivas provincias, modificando así toda la representatividad de la industria”, comenta Álvarez.
Junto a miembros del Comité Ejecutivo, la entidad tendrá un Comité de Crisis que se reunirá cuando las circunstancias de urgencias así lo ameriten, constituyéndose en el lugar donde la problemática se genere; allí tomará las medidas del caso y unificará la comunicación. Los representantes de las regiones participarán de las reuniones de la Comisión Directiva cuando lo consideren conveniente.
El Comif elegirá dos representantes, conjuntamente con la renovación de autoridades de CAEM, los que integrarán el Comité Ejecutivo y serán los encargados de plantear la problemática minera del interior. “Estamos convencidos de que sólo el trabajo coordinado y con representatividad federal es el camino para el fortalecimiento del sector minero”, asegura el directivo.
Nuevo inicio
Más allá del flamante consejo, Álvarez se muestra optimista en el nuevo andar que transita la industria minera en su conjunto. Sin retenciones a la exportación, confía en que las inversiones lleguen y los proyectos nacionales vuelvan a posicionarse a primera escala mundial. “Iniciamos una nueva etapa con oportunidades y desafíos. La industria volvió a posicionarse en el mundo financiero a partir de las decisiones macroeconómicas adoptadas por el Gobierno nacional. Con la quita de retenciones a la exportación, carga que no existía en ningún país del mundo, se subsanó una injusticia. Esto nos permitirá abordar proyectos que generarán progreso en la Argentina y traerá competitividad”, enfatiza el directivo.
La minería aporta gran cantidad de divisas al país. En 2014 generó u$s 3.000 millones netos, cifra que según el ejecutivo se habría mantenido estable el año pasado de no ser por la traba impositiva. “La Secretaría de Minería tomó el desafío de impulsar el crecimiento de la industria. Desde CAEM encontramos en esta nueva conducción interlocutores de calidad para discutir las necesidades a solucionar. Las medidas reflejan confianza para la planificación a largo plazo que requiere la actividad”, remarca Álvarez.
El 80% de las compras del sector se realizan en el mercado interno, por lo que la minería es también un importante motor para la reactivación de zonas relevantes en el desarrollo del país. “Cuando se opina con desconocimiento y prejuicio no se daña a las empresas privadas sino a la producción nacional, por lo que se cercenan los recursos públicos y quedan afectadas miles de familias”, señala el ejecutivo.
A su entender, el presente es propicio para la consolidación de la industria, pero a la vez impone actuar a la altura de las circunstancias. Hay siete provincias en las que la actividad metalífera no se desarrolla. “Debemos tener la madurez suficiente para aceptar los errores y saber que hay mucho para mejorar. En Veladero se llegó a un punto en el que se utilizó la situación políticamente para atacar en forma infundada a toda la industria. Las reglas deben ser claras, no sólo en relación con nuestras obligaciones sino también para nuestros derechos”, apunta.
En ese sentido, la Cámara trabajará para generar una mesa de diálogo con diversidad de actores que enriquezca las discusiones. “Regirá un estricto control sobre el cumplimiento de las normativas medioambientales y de seguridad. Propiciamos una política de apertura de puertas de las minas para educar sobre cómo funciona la minería sustentable junto con la creación de un organismo de control independiente y multisectorial para asegurar a la población el seguimiento y la credibilidad que requiere el análisis de la relación con el entorno”, concluye el directivo. ›|‹