En los últimos cuatro años la demanda de naftas para vehículos aumentó 30% y pasó de los 148 litros de consumo per cápita a los 192 litros en 2014. Todo indica que seguirá creciendo: la Secretaría de Energía informó que en los primeros seis meses del año el consumo aumentó un 4 por ciento. Según La Nación, el número abruma, más aún si se tiene en cuenta que la producción económica se mueve con gasoil, así como el transporte público de pasajeros, el tren diésel y los colectivos. Taxis y remises tampoco entran en la cuenta ya que, generalmente, se impulsan con gas natural comprimido (GNC). Tampoco la generación eléctrica utiliza nafta, sino gasoil para encender sus quemadores. La gran mayoría del consumo está en los autos particulares. Enero es el mes de demanda pico. En el primer mes de 2014, los autos cargaron en sus tanques 758.628 metros cúbicos de nafta, mientras que en enero de este año, el número se redujo a 753.998 metros cúbicos. Sin embargo, todos los meses que siguieron estuvieron por encima del mismo período de 2014. Dentro del universo naftas, las comunes -de 83 RON- están prácticamente en extinción. En junio pasado se expendieron 1948 metros cúbicos del total de 671.996 que sumaron todos los tipos de naftas. La que tiene 93 RON es la más elegida, con 488.882 metros cúbicos. La ultra, de 97 RON, cada vez gana más mercado, pero aún no llega a la mitad de lo que se vende la de calidad inferior. Como sucede en los últimos años, a causa de ser la que ofrece el precio más bajo del mercado, en el primer semestre de 2015, las ventas fueron lideradas por YPF con cerca del 58% del market share.