“El desarrollo de los recursos no convencionales demandará u$s 200.000 millones”

Entrevista con el especialista petrolero Rubén Maltoni

Recuperar la autonomía hidrocarburífera, según Rubén Maltoni, sólo será posible con el aprovechamiento del shale. Para el experto, luego de la instancia exploratoria se viene una etapa industrial que implicará inversiones 10 veces mayores.

Mucho se habla, desde hace años, del “autoabastecimiento” hidrocarburífero perdido por la Argentina. Rubén Maltoni, en cambio, considera más apropiado aludir al concepto de la “autonomía”, ya que lo que debe lograrse, asegura, es una balanza equilibrada entre lo que se produce, lo que se exporta y lo que se importa.
“Mientras que el autoabastecimiento implica que el petróleo producido sea el que se refina, alcanzar la autonomía representa producir la cantidad de hidrocarburos suficiente –teniendo en cuenta importaciones y exportaciones– para llegar al menos a una balanza comercial neutra”, distingue el ex funcionario durante la presidencia de Carlos Menem y ex directivo de YPF en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
Según sus palabras, de ser positiva en u$s 6.000 millones hace casi una década, hoy la balanza es negativa en más de u$s 7.000 millones. “Esto sucedió, en gran medida, en función del creciente déficit hidrocarburífero. Para considerar el problema en su real dimensión, hay que pensar que el año que viene la importación de energía significará el 40% de todas las exportaciones agrícolas del país”, proyecta.

¿Cómo puede detenerse esta sangría en lo inmediato?, preguntamos a Maltoni.

Hay mucho por hacer en cuanto a rejuvenecimiento de viejos campos, desarrollos de frontera, explotaciones marginales y reactivación de pozos abandonados, además de aprovechar el thin gas  y desacerbar la demanda de combustibles líquidos y del fluido mediante la reasignación paulatina de los subsidios.
No obstante, el equilibrio de la balanza sólo será viable en el mediano y largo plazo con fuertes inversiones en recursos no convencionales, específicamente en el shale oil y el shale gas.
En ese sentido, la Argentina ya cuenta con no menos de cinco años de experiencia y trabajo en la formación Vaca Muerta. Y también debe destacarse el interés que despierta Los Molles, tal como comprobé en mi reciente visita a un importante centro de estudios en Fort Worth, Texas.

¿Qué nivel de inversiones necesita el segmento no convencional y en qué plazos?

El upstream del shale tiene dos fases bien definidas: la exploración y desarrollo del piloto hasta lograr una familia de curvas que permita definir el previsible comportamiento del yacimiento, por un lado, y una segunda etapa de producción industrial con continua perforación y un largo período productivo (entre 40 y 50 años), por otro.
La instancia inicial de exploración y desarrollo del piloto requiere una inversión estimada de entre u$s 1.000 y u$s 1.500 millones, con la ejecución de 100 a 150 pozos, durante un plazo de entre 3 y 5 años. La segunda etapa, llamada industrial, se aborda si la factibilidad técnica, económica, financiera y (sobre todo) jurídico-administrativa la hacen factible. Demanda una inversión 10 veces superior a la primera fase, del orden de los u$s 10.000 ó u$s 15.000 millones por cluster o yacimiento para perforar casi continuamente entre 800 y 1.000 pozos anuales.
En suma, la inversión necesaria para el desarrollo de los recursos no convencionales no será menor a u$s 150.000 ó u$s 200.000 millones. Dicho desembolso deberá realizarse en una docena de cluster o yacimientos y en un plazo de 10 a 15 años.

¿Cómo será posible atraer esa magnitud de fondos?

Como uno de los mayores reservorios mundiales de recursos no convencionales, el país debe cambiar su política económica integral para atraer al capital externo. Sería deseable adecuar la legislación específica y los marcos regulatorios y ambientales, además de brindar seguridades de máxima jerarquía legislativa y administrativa de su aplicación. Hay que generar una convincente sensación de respeto, transparencia y seriedad que haga amigable el mercado local a las inversiones extranjeras.
El reconocimiento de precios es un buen aliciente para la industria petrolera convencional. Pero los recursos no convencionales demandarán otra escala y variedad de requerimientos. Por otro lado, actualmente un pozo horizontal cuesta más del doble en la Argentina que en Estados Unidos, lo cual debe modificarse.
La explotación exitosa del shale en el mundo está condicionada por tres factores: la tecnología de perforación horizontal y otros nuevos sistemas (octopus), la fracturación múltiple de la roca madre y el acceso a fuentes de financiamiento internacional de montos importantes a largo plazo y bajas tasas de interés. ›|‹

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