El gerente de Trident, Guillermo Salvatierra, admitió que enfrentan dificultades internas y otras generadas por el contexto económico del país que ralentizan la puesta en marcha el yacimiento. “Estamos haciendo un trabajo de exploración, porque este proyecto fue recibido sin recursos, y sin recursos no se puede empezar a trabajar”, señaló el representante de la adjudicataria, quien mencionó que se están realizando mapeos topográficos para medir los recursos existentes que demandarán entre seis y siete meses y, a partir de allí, se podrá elaborar un “plan de minas”.
“La información que se tenía del proyecto era muy vaga. Yo no participé ni del proceso de licitación ni de adjudicación porque me sumé en octubre”, dijo Salvatierra a “Río Negro”, quien consideró que “hay que trabajar mucho para sacar esto adelante”. “Estamos con una inversora reticente a poner los recursos. Hoy en día los inversores están pensando más en irse que en quedarse, nadie vio aún la lluvia de inversiones prometida”, planteó.
El proyecto minero fue adjudicado a Trident Southern Explorations SpA, una sociedad chilena pero con ramificaciones en otros países, en septiembre del año pasado. El gobernador Omar Gutiérrez se estrechó manos con su único socio, el británico Mischa León Aleksander, y prometieron iniciar los trabajos a principios de 2017 con la exploración en las áreas Mina y La Primavera, la instalación de una nueva planta de procesamiento y la construcción de un nuevo dique de colas para reemplazar el existente. El gerente indicó que la nueva planta se traerá una vez que se sepa con qué recursos cuentan y aseguró que está el compromiso de contratar a 60 personas más cuando comiencen las tareas. Si bien Salvatierra dijo que la relación con la provincia es buena, reconoció que “no es un proyecto fácil; necesita mucho acompañamiento y hoy desgraciadamente tiene poco”.
Salvatierra es el gerente de Trident Southern Explorations de Argentina SRL, empresa que finalmente firmó el contrato de adjudicación con Cormine para usufructuar el yacimiento. Hasta diciembre de 2016, tenía por socios al argentino Carlos Schenzle y al dinamarqués Uwe Gerd Lykkeberg y se denominaba Hospitality Business Holding SRL. Su objeto social era participar en sociedades mediante la adquisición de acciones o la inversión en inmuebles, títulos y valores públicos o privados. En el Boletín Oficial del 23 de diciembre consta el cambio de denominación y la incorporación de la exploración y extracción de minerales y la adquisición o enajenación de derechos y propiedades mineras a su objeto social.
164 millones de dólares en 25 años habían prometido invertir la compañía para la explotación aurífera en el norte neuquino. La empresa ya invirtió cinco millones de dólares en trabajos iniciales. Consistió en el retiro de chatarra que formaba parte del pasivo ambiental.
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