La foto de los ingresos que recibe la provincia por regalías de hidrocarburos es explícita: mientras la producción de petróleo sigue cayendo, el gas se muestra como el principal bastión entre los ingresos que recibe Neuquén dentro del rubro.
El período que va de enero a mayo de este año confirma esta tendencia. En cada uno de los meses se registraron caídas en la producción de petróleo y aumentos en la de gas. De acuerdo con los datos oficiales del gobierno provincial a los que accedió Economía y Petróleo el ingreso por regalías entre enero y mayo fue el siguiente. Petróleo: Neuquén percibió 1749 millones de pesos, por los 2508,1 Mm3 que oficialmente se produjeron en la cuenca neuquina ($1972 millones y 3258 Mm3 en el 2016, en el mismo lapso).
Gas: $2322,8 millones y 8251,5 MMm3 para el los primeros cinco meses de este año (1382 millones y 7931,8 MMm3 en el 2016).
Cabe señalar que la mayor recaudación también recibió el impacto de un aumento del precio del dólar, si bien en términos de producción hay un leve impulso del gas que acentúa la tendencia que se registraba el año pasado.
Las regalías se calculan en base a la cotización del Banco Nación, del día 14 de cada mes. Mientras para el período en cuestión en el 2016 la divisa osciló entre los $13,25 y los $14,15, en el corriente año pasó de los 15,85 de enero a los 15,44 de mayo.
En el gobierno provincial no esperan que la tendencia se modifique en los próximos meses, mientras aguardan que los proyectos más importantes anunciados durante este año empiecen a notarse en el nivel de recaudación en el 2018.
Dentro de las varias iniciativas, la inversión del orden de los 2300 millones de dólares anunciada por la empresa Tecpetrol es una de las pocas que realmente se podría hacer notar. Para el corriente año, de no mediar una situación extraordinaria (que nadie tiene en carpeta) lo normal es que se mantenga el actual nivel de regalías.
La tendencia del crudo será a la baja o, en el mejor de los casos, a mantener la producción actual, en un contexto en el que las principales empresas hacen malabares con la ecuación de costos en yacimientos convencionales.
La salida del barril criollo a u$s 67,50, el paraguas protector del precio que establecía que a las operadoras se les reconocía un valor por encima del internacional, actuará en ese sentido, mientras el valor a nivel internacional quede en los estándares actuales (ayer a los u$s 45 dólares).
En paralelo, el cambio de paradigma que supone que una porción del gas no convencional pueda liquidarse a un precio diferencial mayor, podría ser un aliciente para una mayor producción del fluido en la cuenca neuquina.
En buena medida, la provincia pudo sortear una crisis profunda a partir de esta chance que da la producción de gas, sobre todo con los recursos no convencionales.
El precio del crudo por el piso hizo que la mayoría de los proyectos nuevos, y algunos en vigencia desde hace años, se vuelquen por explorar y producir gas.
En un marco de incertidumbre sobre el barril del petróleo en los próximos años, el fluido es de las pocas certezas que hay en el mapa de los hidrocarburos nacionales. Más aún con la garantía hasta el 2021 de un sendero de precios que arrancará el año que viene en 7,50 dólares por millón de BTU y terminará tres años más tarde en torno a los 6 dólares.
Con todo, la última palabra la siguen teniendo las empresas, que en materia de regulaciones recibieron un fuerte espaldarazo del gobierno nacional, el provincial y el sindicato petrolero: reclamaron y obtuvieron una modificación del convenio colectivo para los no convencionales, que de todos modos sigue siendo fuertemente resistido en los yacimientos, pese a que Guillermo Pereyra, el titular del gremio petrolero, le aseguró al presidente Mauricio Macri que se cumple en un 85 por ciento.
En este contexto, lo crucial para lograr un incremento en las regalías que obtiene la provincia es el ingreso de inversiones para expandir el horizonte de su base recaudatoria con los hidrocarburos, no sólo por la vía de las regalías sino también a partir de ese círculo virtuoso que viene atado al desarrollo petrolero. Las operadoras del sector coinciden en que las condiciones están dadas. Sin embargo, los plazos de la industria no suelen coincidir con las necesidades financieras de las provincias, sobre todo en un año electoral.
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