El gobernador de Neuquén prometió un rápido tratamiento al acuerdo entre YPF y Chevron

Tras el anuncio de un acuerdo de inversión por US$ 1240 millones con la norteamericana Chevron , el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, se convirtió en el hombre más cotejado por el presidente de YPF, Miguel Galuccio. Por un motivo evidente: el éxito del andamiaje legal, cambiario y comercial que elaboraron los equipos técnicos de ambas compañías durante los últimos seis meses para explotar recursos no convencionales en la zona de Vaca Muerta (el mayor reservorio de hiddrocarburos del país) depende de que el funcionario patagónico le dé el visto bueno a la iniciativa. Hasta que eso ocurra, el convenio se mantendrá inactivo.

Luego de rumores que indicaban cierto descontento por parte de la gobernación neuquina, en YPF respiraron aliviados . A las 16, en el edificio de la empresa en Puerto Madero, el presidente de la compañía y Sapag dieron una teleconferencia a los diarios Río Negro y La Mañana de Neuquén, cuyos periodistas fueron invitados a las oficinas de YPF en esa provincia. Fue por un pedido especial de Sapag. Así lo consignó La Nación.

Aunque no descubrió todas las cartas, el gobernador le dio envión al convenio. Sostuvo que hoy firmará el decreto provincial que adhiere al régimen de promoción de inversiones petroleras que se publicó el lunes en el Boletín Oficial. Con la firma de la presidenta Cristina Kirchner, esa norma estableció que las petroleras que inviertan al menos US$ 1000 millones en un plazo de cinco años podrían exportar sin retenciones un 20% de la producción de determinados proyectos y disponer libremente de las divisas que esas iniciativas generen.

Sapag tiene que atender, además, un frente interno. Igual que en el resto del país, el 11 de agosto se desarrollarán en su provincia las elecciones primarias, y desde algunos sectores de la oposición criticaron el acuerdo. Su firma es crucial para YPF. Sin ella, Chevron no depositará la primera cuota prometida, de US$ 300 millones.

El gobernador se comprometió a analizar con rapidez el acuerdo. En segundo término, se comprometió a acelerar el tratamiento de otro decreto para poner en marcha el acuerdo con Chevron. La norma deberá establecer la nueva concesión sobre la cual se desarrollará la inversión, denominada General Enrique Mosconi. Además, tendrá que cederle al joint venture conformado por YPF y Chevron una concesión de 35 años, más extensa que los términos estipulados en la ley de hidrocarburos.

Pese a la buena predisposición, Sapag evitó confirmar la aprobación plena del acuerdo. Se limitó a decir que sus equipos lo tratarán en el menor tiempo posible y luego lo enviará a la Legislatura neuquina.

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