En los encuentros que mantuvo con las Cámaras de Expendedores de Combustibles, el titular del área energética del Gobierno nacional,Javier Iguacel, manifestó con muchos bríos la intención de que la cadena de comercialización comience a “pensar en alternativas más rentables y limpias que los derivados del petróleo”.
De la misma forma que el titular de la cartera energética, habló del futuro del GNC y el panorama de negocios que esto le abre al sector estacionero, se refirió al papel que estos empresarios pymes deben asumir respecto de los carburantes derivados del aceite vegetal y otros del tipo renovable.
Ante un nuevo aumento en los precios de los combustibles en surtidores, el funcionario reveló que su área y la de Agricultura analizan la posibilidad de incrementar la participación proporcional del bioetanol en las naftas y del biodiesel en el gasoil, muy por encima de los contenidos actuales del 12 y 10 por ciento, respectivamente por litro, pero no como mandato de uso obligatorio de dichos combustibles biológicos, sino de manera voluntaria.
Ante los dirigentes presentes en su despacho, Iguacel había recordado que en el contexto de suba de la cotización internacional del petróleo y de amesetamiento de precios de los granos, “el biodiesel y el bioetanol empiezan a ser competitivos y queremos que el sector expendedor forme parte de los proyectos que la economía nacional tiene en este tema”.
Les dijo también que hay margen para que las bocas de expendio puedan instalar sus propios surtidores de biocombustibles, en diferentes graduaciones, dependiendo la zona y las características de la demanda de la población.
Sin embargo, a los expertos no les queda en claro lo que en principio es una intención que“todavía no se traslada a políticas concretas”, tal cual lo expresó el Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno,Claudio Molina.
Además, aclaró que “la medida de elevar el corte será de carácter optativo, hecho que le quita efectividad al impulso de esta industria, además de presentarse un resultado incierto en caso de que se aplique a los biocombustibles incluidos en esta nueva operatoria, el impuesto a los combustibles”.
Enfáticamente, el especialista agregó que “si el Estado piensa imponer gravámenes a los combustibles vegetales como si fueran hidrocarburos, será una medida que debe resolverse en el Congreso de la Nación, ámbito en el que se analizarán los pro y contras de la misma, descontando que un tributo de esta naturaleza, deja a los biocombustibles en una posición de debilidad significativa”.
Fuente: Surtidores
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