Las empresas esperaban una respuesta positiva para fines de diciembre. Pero la Casa Rosada aplazó la decisión para marzo de 2013. Los productores metalíferos, sin permiso para girar utilidades al exterior desde hace más de un año.
Las principales mineras del país se habían ilusionado con recibir antes de fin de año la autorización para liquidar dividendos al exterior, a más de un año de intentos infructuosos en esa dirección. Así se desprendía de las negociaciones que, en el más estricto hermetismo, las productoras de metales –un grupo integrado por Xstrata, AngloGold Ashanti, Minera Santa Cruz, Pan American Silver, Barrick, Goldcorp, Silver Standard y Yamana Gold, entre otras– venían manteniendo con funcionarios del área de Economía desde hace tres meses.
Tras iniciar el trámite ante el Banco Central (BCRA) para girar fuera del país un porcentaje de las utilidades, y tras mantener una serie de reuniones con representantes del Palacio de Hacienda, la Secretaría de Comercio Exterior –que responde a Guillermo Moreno– y la propia Secretaría de Minería, a cargo de Jorge Mayoral, las empresas esperaban una respuesta positiva para fines de 2012.
“Contemplábamos que, al menos, nos autorizarían a girar un porcentaje de las ganancias a nuestras casas matrices”, admitió el gerente general de una minera que opera en la Patagonia. En silencio, la minería se convirtió en los últimos tres años en uno de los sectores generadores de divisas. De la mano de exportaciones crecientes, en 2011 propiciaron el ingreso de más de u$s 5.400 millones. A raíz de los altos precios del oro y, en menor medida, de la plata y el cobre, un porcentaje cercano al 20-30% de ese monto corresponde a utilidades de la industria, principalmente metalífera.
Desde el Gobierno dilataron una respuesta sobre el pedido hasta fines del primer trimestre de 2013. “Nos dijeron que en marzo habría novedades al respecto”, señaló a El Inversor Energético & Minero otro directivo, cerca del escepticismo. El aval para girar divisas al exterior es, desde la óptica de las compañías privadas, clave para garantizar la continuidad de las inversiones en el sector. Este año se desembolsaron más de u$s 4.000 millones en el sector. “Pero ¿quién se animará a lanzar la construcción de un proyecto de gran envergadura sin la garantía de poder disponer libremente de su ganancia?”, se preguntaban desde una productora del norte del país.
Puntos intermedios
Aun así, la situación de cada empresa es diferente. Los productores que además de extraer minerales están afrontando la construcción de nuevos proyectos, encarando ampliaciones de minas ya existentes o solventando agresivas campañas de exploración disponen de un mayor margen de maniobra, porque pueden direccionar al financiamiento de esos programas las utilidades que no les permiten sacar del país.
Es el caso, por ejemplo, de Barrick, que opera la mayor mina de oro de la Argentina: destina sus ganancias a la construcción de Pascua-Lama, el primer proyecto minero del planeta, emplazado en la frontera de San Juan y Chile. Allí, la minera canadiense –que lidera el ranking entre los productores de oro– desembolsará en 2013 $ 8.700 millones. También de Yamana Gold, propietaria de la mina de oro Gualcamayo y accionista minoritario de Bajo La Alumbrera, que solventa con esos ingresos su programa de exploración de Cerro Moro, un depósito de oro y plata en Santa Cruz. Y de Goldcorp, que financia la construcción de Cerro Negro, otro proyecto de oro en el distrito patagónico, con las utilidades que recibe de Bajo La Alumbrera (posee un 37,5% de las acciones).
Distinto es el escenario de Xstrata, propietaria y accionista mayoritario de Minera Alumbrera con un 50% de las acciones, que espera el aval para girar un porcentaje de sus ganancias fuera del país. Aun así, la minera suiza –que acaba de sellar su fusión con Glencore– está estudiando lanzar la construcción de Pachón, una megamina de cobre en San Juan. Otros de los más afectados son Minera Triton (de Pan American Silver), que explota el yacimiento de plata Manantial Espejo en Santa Cruz; AngloGold Ashanti, titular del proyecto Cerro Vanguardia; y Minera Santa Cruz, propietaria de San José Huevos Verdes.